Agencia AJN.- La DAIA difundió el martes datos alarmantes sobre el antisemitismo en la Argentina. Según su informe, en el último año las denuncias por discriminación subieron un 107%, cuyo 90% ocurrió en el espacio virtual.
Ante este panorama, la Agencia AJN entrevistó a Ariel Seidler, director de programas del Congreso Judío Latinoamericano (CJL) y del Observatorio Web, responsable del monitoreo de antisemitismo en la web.
Seidler resaltó que “no sólo se contrarresta el antisemitismo removiendo lo negativo, sino también proponiendo y promoviendo diversidad, conocimiento y reconocimiento del otro”.
Asimismo, propuso que “sería interesante trabajar en una nueva normativa que reemplace la actual ley antidiscriminatoria, tomando en consideración particularmente Internet”.
-¿Qué análisis hace sobre los datos difundidos por la DAIA el martes?
-Que el 90% sea discriminación online a esta altura no sorprende. Buena parte de nuestras vidas transcurre en el mundo online y la información que allí circula es muy grande. Nos expresamos, informamos y compartimos a través de ella. Pero haya un aumento de denuncias, no quiere decir necesariamente que haya más antisemitismo. Eso puede responder a múltiples factores, como la predisposición de la gente de denunciar, los canales puestos a disposición. También habría que pensar que no es lo mismo una agresión física con connotación antisemita que un comentario suelto.
-El CJL monitorea el antisemitismo online a través del Observatorio Web. ¿Los resultados se asemejan a los presentados por la DAIA?
-Más allá que recibimos denuncias, desde el Observatorio Web hacemos un análisis de contenido antisemita que circula en las redes, es una metodología distinta, un trabajo activo de búsqueda y análisis. Nosotros ponemos el foco en el contenido que tiene mayor circulación en las redes. En lugares como la sección de comentarios en medios, principales resultados de Google y Facebook se mantiene constante, notamos un leve aumento en Twitter y en el último año hubo mucho remoción de videos de Youtube. El Observatorio Web forma parte del programa de Trusted Flagger de Youtube, por nuestra labor nos reconocen como “denunciadores confiables” y podemos reportar contenido con facilidad.

Ariel Seidler
-¿Hay una plataforma dónde se note una mayor difusión de contenido antisemita?
-No es que sea una regla, pero a mayor facilidad para la difusión de un contenido, y menos elaboración por parte del usuario, más contenido antisemita podrás encontrar. En ese sentido Twitter y Facebook podrían estar en esa categoría. Algo que para nosotros es importante entender es que, si bien todo contenido discriminatorio es problemático, en la inmensidad de internet, debemos tener en cuenta el grado de difusión que tiene ese mensaje. Pensar en cuántas vistas, reacciones, interacciones tiene ese contenido.
-¿Cómo se puede contrarrestar el antisemitismo online?
-Así como se aplica inteligencia artificial y otras técnicas para remover contenido que va contra las políticas de las plataformas, debemos usarlas también para los casos de discursos de odio, evitando que se propaguen lo antes posible esos contenidos. Estamos trabajando principalmente con Facebook y Google en ello.
Asimismo, es importante desde todos los sectores involucrados poder trabajar juntos para contrarrestar todo tipo de mensajes negativos, difundiendo positivos. Estados, sociedad civil y empresas, fundamentalmente las del sector, trabajar conjuntamente, entender qué mensajes y prácticas se hacen presentes y traducir eso a un trabajo online y offline. Me parece importante entender qué prejuicios hay sobre cada comunidad y que entre todos podamos salir a mostrar y difundir otra “cara”. No solo se contrarresta el antisemitismo removiendo lo negativo, sino también proponiendo y promoviendo diversidad, conocimiento y reconocimiento del otro.
-¿Hay medidas concretas que las autoridades deberían tomar?
-En primer lugar, sería interesante trabajar en una nueva normativa que reemplace la actual ley antidiscriminatoria, tomando en consideración particularmente Internet. Debemos contar con un marco normativo más adaptado a nuestros tiempos y que contemple mejor a todos los grupos que sufren la discriminación. En segundo lugar, sería bueno contar con un espacio donde todos los que trabajamos en esto podamos hacerlo mancomunadamente. Hoy existen esfuerzos aislados pero debemos reunirnos y discutir sobre la cuestión.