Itongadol.- La administración Trump congeló más de mil millones de dólares en fondos federales para la Universidad de Cornell y alrededor de 790 millones de dólares para la Universidad Northwestern, mientras el gobierno investiga presuntas violaciones de los derechos civiles en las escuelas.
La Casa Blanca confirmó que se trata de un impulso más amplio de usar dólares de los contribuyentes para presionar a las principales instituciones académicas para que tomen medidas enérgicas contra el presunto antisemitismo en el campus.
La administración republicana ya había recortado el dinero destinado a la Universidad de Columbia y la Universidad de Pensilvania, entre otras, creando incertidumbre en las universidades en un momento de reducción de las subvenciones a las instituciones de investigación.
El mes pasado, el Departamento de Educación envió cartas a más de 60 universidades, entre ellas Cornell, en Nueva York, y Northwestern, en Illinois, advirtiéndoles de »posibles medidas coercitivas si no cumplen sus obligaciones» en virtud de la ley federal de »proteger a los estudiantes judíos en el campus, incluido el acceso ininterrumpido a las instalaciones del campus y a las oportunidades educativas».
La administración argumentó que las universidades permitieron que el presunto antisemitismo quedara sin control en las protestas del campus el año pasado contra la guerra entre Israel y Hamás. Las instituciones educativas, por su parte, negaron la acusación.
En un comunicado, Cornell afirmó que había recibido más de 75 órdenes de suspensión de trabajo del Departamento de Defensa relacionadas con la investigación »profundamente significativa para la defensa nacional estadounidense, la ciberseguridad y la salud», pero que no había recibido ninguna información que confirmara 1.000 millones de dólares en subvenciones congeladas.
»Estamos buscando activamente información de los funcionarios federales para saber más sobre la base de estas decisiones», expresó el presidente de la universidad, Michael I. Kotlikoff.
En la misma línea, los dirigentes de Northwestern detallaron que no habían recibido ninguna notificación oficial de Washington.
El portavoz de la universidad, Jon Yates, destacó que cooperaron plenamente con las investigaciones tanto del Departamento de Educación como del Congreso.