Itongadol.- El proyecto de ley que apuntaba a colocar cámaras de video en los colegios electorales el día de las elecciones fracasó hoy en la Knesset después de un acalorado debate.
El polémico proyecto de ley ha sido fuertemente promovido por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien convirtió el fraude electoral en un tema central del debate político antes de la votación del 17 de septiembre.
La iniciativa había obtenido ayer la aprobación del gabinete para su envío al parlamento. Los opositores del proyecto de ley dijeron que significaba intimidar a los votantes árabes.
La votación llegó a un punto muerto, después de que el representante de Kulanu Roy Folkman faltara a la reunión y en consecuencia el proyecto no se someterá a votación en el pleno del Knesset. Doce legisladores votaron a favor del proyecto de ley y otros 12 se opusieron.
El Comité Regulador ha sido persuadido para acelerar la legislación, reduciendo el período normal de 45 días entre el momento en que el gabinete aprueba un proyecto de ley para su presentación para una primera lectura en la Knesset.
El jefe de la Lista Árabe Conjunta, miembro de la Knesset Ahmed Tibi, criticó a Netanyahu y al partido gobernante del Likud al comienzo del debate. «El primer ministro dijo que los árabes están acudiendo en masa a las urnas y hoy lo ha traducido en una declaración antisemita, alegando que los árabes están involucrados en el fraude electoral», dijo.
«Esta es una persona sospechosa de fraude y soborno, (Likud) es la última parte que puede predicarnos la moralidad», agregó.
El ministro de Justicia, Amir Ohana, de Likud, dijo que todos deberían apoyar la legislación ya que «la cámara no discrimina».
«En las mesas electorales todos son iguales y la cámara no sabe distinguir entre un tipo de fraude u otro, solo registra lo que sucede», insistió Ohana. «Cualquiera que vote en contra del proyecto de ley cometió fraude o fue el beneficiario del mismo», añadió.
En las elecciones anteriores, el partido Likud de Netanyahu envió monitores equipados con cámaras corporales a varios colegios electorales con electores árabes en lo que los políticos árabes describieron como intimidación a los votantes.
El jefe de la Comisión Electoral Central, que supervisa la votación, se opuso al proyecto de ley, al sostener que la introducción de cámaras de última hora podría «conducir al caos».
El asesor letrado del gobierno Avichai Mandelblit también se opuso a la legislación, diciendo que podría violar las leyes que garantizan la privacidad de los votantes.