Agencia AJN.- El ministro de Transporte, Israel Katz, anunció en la mañana de ayer un cambio en su decisión de llevar a cabo los trabajos de construcción de un nuevo puente en Tel Aviv durante los fines de semana. En principio comunicó que los trabajos se realizarían en días de semana, durante la noche. Finalmente, anuncio que el inicio de las obras se suspende por seis meses.
En principio, para la construcción del Puente Yehudit – destinado a peatones y a unir el centro con el este de la ciudad – se iba a cerrar al tránsito la carretera Ayalón durante 5 sábados, comenzando por el próximo fin de semana. Ayalón es la principal autopista interurbana en la zona de Gush Dan, el centro del país, y tiene conexiones con las rutas principales que conducen a la ciudad, como la 4 desde Ashdod, la 2 desde Haifa, la 5 desde el este y la 1 desde Jerusalem.
La autopista Ayalon es una de las más transitadas del país y se registran allí grandes y complicados embotellamientos, no solamente en horas pico.
El anuncio de la realización de obras públicas durante el descanso sabático generó duras reacciones de los sectores religiosos y ultraortodoxos. El ministro Uri Ariel – del partido Habait Haiehudi – exigió públicamente aclaraciones sobre esta decisión y advirtió que tomaría medidas. “Parece que no hemos luchado bastante contra los trabajos en Shabbat, no más allá de palabras y declaraciones”, aseguró Ariel. Los periódicos del sector ortodoxo se hicieron eco de estas críticas.
Comité de Lucha por la Santidad del Descanso Sabático dio un ultimátum y dijo que si los trabajos no eran cancelados convocarían una plegaria multitudinaria en el predio en construcción y con ello comenzarían una serie de protestas contra la medida.
La crisis política
La decisión de congelar las obras también generó severas críticas, esta vez de los partidos laicos.
“Netanyahu obedeció a los otrodoxos, los verdaderos gobernantes en su coalición. Y nosotros nuevamente tendremos que soportar los embotellamientos”, señaló el titular del partido Yesh Atid, Yair Lapid.
La legisladora Tzipi Livni, titular de la oposición en el Parlamento, opinó que “no hay nada nuevo en este gobierno de rendición”. “Netanyahu no cuida el Shabbat sino a sí mismo y elige la supervivencia personal y política a costa de la gente”, agregó.
Las críticas más fuertes llegaron de boca del intendente de Tel Aviv, Ron Huldai, quien aseguró que el cierre de la Autopista Ayalon durante la semana creará una “catástrofe para el público usuario, que será mucho mayor y peor que los desastres que generó la suspensión de los trabajos en las vías ferroviarias durante los fines de semana”.
El gobierno ha perdido la vergüenza y el público no debe darse por vencido“, dijo Huldai, y explicó que dio instrucciones a la oficina legal de la ciudad para que examine la posibilidad de presentar una petición a la Corte Suprema de Justicia sobre el tema.
Según Huldai, “es imposible construir el puente con trabajos nocturnos”. “La decisión de realizar las obras el sábado es una decisión profesional que se tomó después de un examen minucioso y exhaustivo de la compañía Netivei Ayalon, una empresa gubernamental que pertenece al Ministerio de Transporte, que examinó todas las posibilidades y llegó a la conclusión de que ese trabajo nocturno no solo desactivaría la autopista Ayalon, sino que generaría una catástrofe en el transporte en la ciudad”.
“No se puede dejar de ver que la decisión del ministro Katz es puramente política y sus consecuencias son un daño tremendo para los ciudadanos del país en general y para los residentes de Tel Aviv-Jaffa en particular “, manifestó el intendente.
Por otra parte, Radio Nacional de Israel informó esta mañana que el primer ministro Binyamin Netanyahu estuvo involucrado en la decisión de no llevar a cabo las obras durante el descanso sabático. Ello, a pesar de que desde su oficina declararon en los últimos días que “no tiene lógica cerrar la autopista Ayalon durante la semana”.