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The Jerusalem Post | Opinión: El plan egipcio para Gaza, una trampa mortal para Israel y Estados Unidos

Por M S
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Itongadol.- (Amine Ayoub* – The Jerusalem Post) La última cumbre árabe celebrada en El Cairo dio lugar a otra propuesta engañosa disfrazada de esfuerzo humanitario para reconstruir la Franja de Gaza. En realidad, el plan egipcio es una táctica peligrosa que amenaza la seguridad de Israel, fortalece a Hamás y socava los intereses estratégicos de Estados Unidos.

En lugar de allanar el camino hacia la paz, esta iniciativa garantiza que la organización terrorista palestina siga armada y sea capaz de lanzar futuros ataques, mientras se asegura miles de millones en financiación internacional bajo falsos pretextos.

No se puede confiar en los dirigentes árabes para que supervisen ningún aspecto de la reconstrucción de Gaza ya que llevan mucho tiempo manipulando la cuestión palestina al servicio de sus propias agendas políticas.

Su apoyo a este plan no tiene que ver con la paz, sino con mantener a Hamás como arma contra Israel mientras engañan al mundo haciéndole creer que están trabajando por la estabilidad.

Cualquier esfuerzo serio para reconstruir Gaza debe comenzar con el desarme total de Hamás y el desmantelamiento de su infraestructura terrorista, pero el plan egipcio ignora deliberadamente esta necesidad fundamental.

El ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre, que se saldó con la muerte de más de 1.200 personas y la captura de cientos de rehenes, fue acogido con un silencio ensordecedor por gran parte del mundo árabe.

En estos momentos, los mismos dirigentes que se negaron a condenar las atrocidades de Hamás están impulsando un plan de »reconstrucción» que deja intacto al grupo terrorista. No se trata de una iniciativa de paz, sino de una estrategia para rehabilitar a Hamás y obligar a Israel a hacer concesiones que pondrían en peligro su seguridad.

El llamado »gobierno provisional» del plan egipcio es otra mentira. Pretende poner a la Franja bajo un liderazgo político independiente hasta que la Autoridad Palestina (AP) pueda asumir el control, pero permite a Hamás mantener su ala militar.

Esto no es más que un cambio de imagen del gobierno de Hamás, que garantiza que el grupo terrorista siga operando bajo la apariencia de gobierno.

Hamás tiene un largo historial de desvío de ayuda humanitaria para financiar sus operaciones militares, y no hay ninguna razón para creer que miles de millones de ayuda internacional se utilizarán de manera diferente en virtud de este plan.

Los Estados árabes jugaron sistemáticamente un juego doble cuando se trata de Hamás. Mientras que algunos condenan públicamente el terror, lo financian en privado, con países como Qatar canalizando millones de dólares a Hamás anualmente.

Si los dirigentes árabes estuvieran realmente interesados en la paz, cortarían todo el apoyo financiero a Hamás y exigirían su desarme completo.

En lugar de eso, están utilizando el plan egipcio para asegurarse el respaldo internacional a una política que deja intacto el poder de Hamás al mismo tiempo que finge buscar la estabilidad.

El propio Egipto fue cómplice de la supervivencia de la organización terrorista. Si bien coopera con Jerusalem en materia de seguridad fronteriza, también permitió la entrada de armas y combatientes en el enclave costero palestino a través del paso fronterizo de Rafah.

Si Egipto se tomara en serio la paz, cerraría permanentemente las rutas de suministro de Hamás e impediría cualquier futura transferencia de armas. Sin embargo, El Cairo se posiciona como mediador neutral mientras sigue permitiendo las operaciones de Hamás.

La administración Trump no debe dejarse engañar. Los intereses estadounidenses en Medio Oriente exigen el desmantelamiento completo de las capacidades militares de Hamás, no su preservación bajo la apariencia de reconstrucción.

Cualquier apoyo estadounidense al plan egipcio sería un error estratégico masivo, que empoderaría a Hamás al tiempo que debilitaría la posición de Israel.

En lugar de respaldar una iniciativa defectuosa, Washington debería dejar en claro que cualquier esfuerzo de reconstrucción en Gaza debe estar supeditado al desarme total de Hamás y a la eliminación de toda financiación extranjera a grupos terroristas.

*: Amine Ayoub es un analista político y escritor que integra el Middle East Forum.

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