Inicio Opinión The Jerusalem Post | Análisis: ¿Qué consigue Hamás amenazando con un acuerdo de alto el fuego y rehenes en Gaza? 

The Jerusalem Post | Análisis: ¿Qué consigue Hamás amenazando con un acuerdo de alto el fuego y rehenes en Gaza? 

Por M S
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Itongadol.- (Seth Frantzman – The Jerusalem Post) Hamás viene debatiendo a nivel interno qué hacer en la siguiente fase del acuerdo, incluso mientras afirmaba a última hora de la noche del lunes que ni siquiera cumplirá la primera fase, suspendiendo la liberación del próximo sábado de los rehenes israelíes.

La organización terrorista palestina sigue intentando decidir si tiene la sartén por el mango y desea demostrar que salió victorioso de la guerra en  de Gaza.

En el pasado reciente ya se burló de Israel en reiteradas ocasiones, ya sea de las unidades de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) que lucharon en la Franja o de las declaraciones de los políticos israelíes que mencionaban la »victoria total».

Este fin de semana que pasó, Hamás envió una delegación a Teherán para discutir con el líder supremo iraní, Ali Khamenei, acerca de qué hacer a continuación.

Está claro que Hamás está considerando distintas opciones: una de ellas es destruir el acuerdo actual de alto el fuego durante la primera fase, lo que probablemente provocaría una nueva ronda de combates y podría hacer que el corredor de Netzarim dividiera una vez más la ciudad de Gaza del centro del enclave costero.

Asimismo, Hamás también aseguró abiertamente que el Estado judío violó el acuerdo, alegando retrasos en el retorno de los palestinos desplazados del sur al norte, y advirtiendo que cuando cruzan corren peligro de recibir balas, así como una demora en la entrega de la ayuda humanitaria.

La próxima liberación de rehenes está prevista para el sábado. Sin embargo, Hamás remarcó no liberará a los cautivos hasta nuevo aviso. Durante la breve primera fase del acuerdo, la organización terrorista palestina ya actuó de varias formas que crearon pequeñas crisis.

Por ejemplo, en primera instancia, esperó hasta el último momento para transferir una lista de nombres e incluso la retrasó en la primera semana del alto el fuego.

Además, Hamás creó una crisis por la liberación de Arbel Yehoud, que llevó a Israel a retrasar el regreso de los gazatíes al norte de Gaza. En su momento, esta presión sobre Hamás pareció funcionar, pero el grupo también maltrató a los rehenes, haciéndolos desfilar y humillándolos al dejar que una turba se agolpara a su alrededor.

En la misma línea, los últimos tres rehenes liberados -Or Levy, Eli Sharabi y Ohad Ben Ami- estaban demacrados. Es evidente que Hamás sabe que esto provocará indignación en Israel.

Hamás expresó que quiere que quiere que Israel »indemnice por los derechos de las últimas semanas con carácter retroactivo», reafirmando su compromiso con el acuerdo.

La organización terrorista palestina puede sentir que controla la situación algunos días y otros no. Hamás sabe que los gazatíes no quieren volver a la guerra, pero también está disfrutando de los focos activos en las liberaciones de los rehenes israelíes.

Por otro lado, Hamás sabe que ya no tiene sus »activos más valiosos» y que se enfrenta a rendimientos decrecientes en esta etapa y en las futuras. Liberará algunos cuerpos de rehenes y recibirá menos beneficios en términos de prisioneros palestinos.

Las mujeres rehenes israelíes eran el mayor premio de Hamás, y ya fueron liberadas. Hamás es consciente de que a medida que se reduzca el número de rehenes vivos en su poder, tendrá menos influencia.

Hamás también sabe que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunirá esta semana con el rey jordano, Abdullah II. Trump prometió que Estados Unidos podría hacerse cargo de la Franja, y que su población podría ser reubicada para dejar paso a los países de la región que paguen por reconstruir el enclave costero palestino, devastado por la guerra.

En ese sentido, los medios iraníes señalaron esta tarde que Hamás denunció las declaraciones de Trump de que quiere »comprar y poseer» Gaza, que »el territorio costero es una parte inseparable de Palestina».

Izzat al-Rishq, miembro del buró político de Hamás, criticó duramente al presidente estadounidense: »Gaza no es un inmueble que se pueda comprar y vender, es una parte inseparable de nuestra tierra palestina ocupada. Gaza pertenece a su pueblo, y éste no la abandonará, salvo para regresar a sus ciudades y pueblos ocupados en 1948».

La organización terrorista palestina espera ahora que sus amenazas a la primera fase del acuerdo le consigan concesiones. Sin embargo, Trump reiteró este domingo su plan para Gaza, que había sido suavizado previamente por funcionarios de su administración.

El presidente estadounidense aseguró que distintos países podían desempeñar un papel en la Franja, y expresó más simpatía por los rehenes israelíes, comparando sus imágenes con las de los sobrevivientes del Holocausto.

Por el momento, mientras Hamás continua su retórica, sigue a la espera de algún tipo de concesión, pero puede haber exagerado con sus amenazas.

Los israelíes quieren recuperar a los rehenes y al mismo tiempo están indignados por el trato que les ha dado Hamás. Hamás, por su parte, ya cumplió su objetivo con la masacre del 7 de octubre de 2023 y el secuestro de 251 rehenes, y ahora cree que puede salirse con la suya una vez más, saboteando la segunda fase del acuerdo para obtener más concesiones.

Probablemente, Hamás decidió tener esta postura tras ver la oposición masiva de los Estados árabes al plan propuesto por Estados Unidos. 

Pero Hamás no debería arriesgarse demasiado: la población de la Franja de Gaza no quiere que se reanuden los combates.

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