Inicio NOTICIAS Hatzad Hasheni. La manera más inteligente de mentir: Acusar a Israel de crímenes futuros

Hatzad Hasheni. La manera más inteligente de mentir: Acusar a Israel de crímenes futuros

Por MD
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Itongadol.-  Una herramienta para la demonización y el ataque verbal, que para Israel es extremadamente difícil de combatir, son las acusaciones de crímenes que supuestamente serán cometidos a futuro. Estos son mucho más difíciles de cuestionar que las mentiras directas sobre eventos actuales. Un ejemplo de este tipo de mentira manipuladora es un comentario en una entrevista expresado por el saliente embajador francés en los Estados Unidos Gérard Araud, en la que dijo “Israel será oficialmente un estado apartheid en el futuro”.

El ya saliente embajador francés en los Estados Unidos Gérard Araud (foto de portada) dijo recientemente en una última entrevista despidiéndose del cargo, que Israel tendrá que hacer o bien que los palestinos se queden totalmente sin un estado o los convierten en sus ciudadanos. “Ellos no les harán ciudadanos de Israel”, dijo. “Así que tendrán que hacerlo oficial… lo cual les define como apartheid. Habrá oficialmente un estado apartheid. De hecho, ya lo es”.

Dejando de lado la peculiar semántica, la calumnia de Araud es inteligente. Este acusa sobre lo que pueda suceder a futuro, lo cual es extremadamente difícil de refutar. Si alguien le dice a un individuo, “usted es un violador”, puede exigírsele una prueba. Pero si uno a cambio dice, “Algún día serás un violador”, nada tiene ni debe de ser probado. La falsedad de la acusación de odio no es aclarada totalmente hasta que la persona acusada muere. Al colocar su énfasis sobre la futura desgracia de Israel como estado apartheid, Araud siente mucha comodidad dejando ver que Israel ya es un estado tal como este lo describe.

De toda la gente, un embajador francés debería ser uno de los últimos en calumniar a Israel de esta manera.

Después de la derrota de Francia por los alemanes en 1940, el parlamento electo de la Tercera República francesa finalizó su existencia al nombrar a Philippe Pétain como jefe de estado y los gobiernos posteriores convirtieron a Francia en un país mucho peor que un estado apartheid. La Francia de Vichy, todavía autónoma, prohibió a los judíos ejercer muchas profesiones, incluyendo laborar en la administración pública. Con el tiempo se confiscaron a las empresas judías en su totalidad. Se retuvo a decenas de miles de refugiados judíos en campos de concentración. El régimen de Vichy entregó a decenas de miles de judíos a los alemanes, quienes luego los deportaron a su destino final, la muerte.

Hubo una colaboración masiva en tiempos de guerra entre los franceses y los alemanes. Los gobiernos franceses de posguerra no quisieron asumir responsabilidades por las acciones de Vichy. Este fue el caso a pesar de que Pétain había llegado al poder legalmente. El presidente socialista François Mitterrand, quien sirvió en el cargo desde 1981 hasta 1995, fue una vez empleado de Vichy. Este cambió de bando y se unió a la resistencia en 1942. Este estuvo claramente consciente de los crímenes de Vichy, pero aun así se negó a aceptar la responsabilidad de Francia por estos.

No fue hasta 1995, bajo el gobierno de Jacque Chirac, el sucesor de centro derecha de Mitterrand como presidente de la Quinta República Francesa, que cambió finalmente la política oficial del país. En julio de ese año, Chirac admitió el papel de Francia en el asesinato de judíos, a quienes este no protegió y en su lugar entregó a sus verdugos. En una ceremonia conmemorativa, este dijo que Francia prestó asistencia a los nazis en el arresto de judíos como paso en el camino hacia sus asesinatos. Este dijo: “Mantenemos hacia ellos una deuda imperdonable”.

La última incitación de Araud contra Israel se produce muchos años después de su primera incitación. Freddy Eytan, ex-embajador israelí quien actualmente se encuentra en el Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén, recordó el mal comportamiento de Araud. Este último fue nombrado embajador en Israel para el año 2003, pero aún no había presentado sus credenciales cuando dijo lo siguiente: “Sharon es un matón e Israel es un estado paranoico”. Esto casi le cuesta el empleo.

Cuando Yasser Arafat murió en un hospital francés en el 2004, Francia le otorgó honores militares. Para ese entonces, se sabía que Arafat, incluso después de ganar el Premio Nobel de la Paz, firmó personalmente documentos que detallaban cuánto dinero deberían recibir los asesinos palestinos de ciudadanos israelíes. Estos documentos se encontraron después que el Orient House, anteriormente la sede de la OLP en Jerusalén, fuese tomada por Israel en el 2001.

Araud fue embajador en Israel para ese momento. Este señaló que israelíes perturbados por los honores otorgados a Arafat por el gobierno francés, un asesino en masa de sus compatriotas, manifestaron una neurosis anti-Francia.

Luego de fuertes críticas a sus comentarios más recientes en la revista The Atlantic, Araud explicó a través de un tuit de que se refería a Cisjordania y no a Israel, siendo este un estado no-apartheid. Dejando de lado el hecho que el 95% de los palestinos en Cisjordania viven bajo el gobierno de la Autoridad Palestina, en lugar del control ejercido por Israel, desde 1996, sus tuits son incompatibles con sus declaraciones en la entrevista. Su explicación no tiene ningún sentido.

Las observaciones de Araud en la entrevista se unen a otros paradigmas de demonización y ataques verbales basados en acusaciones sobre acciones criminales a futuro. Una es que Israel pretende destruir la Mezquita Al-Aqsa en el Monte del Templo. Nadav Shragai, periodista israelí especialista en la historia del conflicto palestino-israelí respecto al tema Jerusalén, dice: “Este rumor es diseminado por los principales grupos e individuos palestinos, árabes y musulmanes. Haj Amin Al-Husseini, el Gran Muftí de Jerusalén antes de la Segunda Guerra Mundial, fue el primero en promover esta calumnia en la década de los años 1920. Esta Fue parte de las vastas actividades antisemitas de este aliado de Hitler”.

Shragai agregó: “La mentira de que la Mezquita ‘Al-Aqsa se encuentra en peligro’ se ha expandido extensamente desde el año 1967. Esta es propagada por fuentes oficiales iraníes – Al Qaeda, Hamas, Hezbollah, etc. Akrama Sabri, ex-muftí de Jerusalén nombrado por la Autoridad Palestina, es otro importante diseminador del libelo de Al-Aqsa”.

Otra acusación sobre las acciones futuras de Israel fue hecha por Günther Grass, ganador del Premio Nobel de Literatura Alemana. Este afirmó en un poema de odio – sin proveer prueba alguna, que Israel planea cometer un genocidio contra el pueblo iraní con bombas nucleares. Este poeta izquierdista, quien en su juventud fue miembro de las Waffen SS, debe haber sabido que, de hecho, son los líderes iraníes quienes han amenazado repetida y abiertamente a Israel con un genocidio. Sin embargo, este sugirió lo contrario.

El poema de Grass fue publicado por importantes diarios europeos, entre ellos el diario alemán Süddeutsche Zeitung, el diario italiano La Repubblica, el diario británico The Guardian, el diario español El País, el diario danés Politiken y el diario noruego Aftenposten. Esta extensa publicación de un poema es altamente inusual. La explicación más probable a ello es un hilo común de fuerte parcialidad anti-israelí entre los editores de los diarios.

Otra acusación infundada sobre el futuro fue expresada por el derechista ex-primer ministro francés François Fillon. En el 2014, este afirmó que Israel es una amenaza para la paz mundial porque no ha ayudado a crear un estado palestino.

Este tipo de acusaciones son mucho más difíciles de impugnar que las mentiras sobre temas contemporáneos. Eso no significa, sin embargo, que uno no deba hacer el esfuerzo.

Por Dr. Manfred Gerstenfeld (BESA) 

El Dr. Manfred Gerstenfeld es investigador asociado principal en el Centro BESA y ex-presidente del Comité Directivo del Centro Jerusalem para Asuntos Públicos. Este se especializa en temas como las relaciones israelí-Europa occidental, el antisemitismo y anti-sionismo además de ser autor del libro ‘La Guerra de un Millón de Recortes’.

 

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