Itongadol/AJN.- Así lo expresó el líder espiritual de la kehilá tucumana en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), luego del evento que se realizó la semana pasada en Hebraica, donde participaron dirigentes comunitarios y funcionarios de la política nacional en la escritura de una nueva página para el primer Sefer Torá Federal.
Luego de recorrer diversas provincias del territorio argentino, el nuevo Sefer Torá Federal del Bicentenario llegó a Buenos Aires y en una importante fiesta organizada por Hebraica se agregó una nueva página al libro sagrado. Nussbaum fue uno de los principales impulsores de esta iniciativa.
En el evento participaron representantes de distintas aristas de la comunidad judía argentina, ante lo que el Rabino Salomón Nussbaum manifestó: “Cada provincia y cada comunidad le pone su impronta y quiero que sirva para que cada comunidad energice y sea protagónica en esto”.
-¿Cómo fue el origen del Sefer Torá Federal? ¿Es un sueño realizado?
-Sí, es increíble. Porque uno empieza con un sueño chiquitito, en dimensiones y proporciones, de lo que fue y de lo que es el sueño original. Yo hace 30 años que estoy trabajando en Tucumán y realmente pensé que mi proyecto era dejar un testimonio significativo y trascendente. Y creo que no había nada mejor que escribir un Sefer Torá que coincidiese con el Bicentenario de la Argentina. Un Bicentenario que está plasmado por participación e integración. Entonces, hoy que podemos integrar a toda la Argentina, a los rincones más increíbles, y convivencias, hace que hoy nos sintamos muy extraordinariamente complacidos. Porque el gobernador de Tucumán nos ayuda, porque las comunidades, las instituciones en general, que quizás no tiene una veta tan definidamente religiosa, también entendieron que está en la diversidad lo que representa sumar y darle sustento a este proyecto.
-¿Por qué nace esto en la kehilá de Tucumán, independientemente de que tiene que ver con el Bicentenario?
-La kehilá entendió esto porque de algún modo nosotros creíamos que el llamado y la convocatoria de la independencia originalmente con los congresales era una referencia integradora de todas las provincias. Nosotros entendemos que el núcleo de la comunidad argentina, sin duda, es muy ‘Buenos Aires céntrico’, como todo en la Argentina. Y esto no es una crítica, pero queríamos imaginar una opción nueva y diferente. Nosotros tenemos un sueño detrás de esto, que en esta expresión de la convocatoria de lo que va a ser 9, 10 y 11 de septiembre. Nos vamos a encontrar la comunidad toda y de distintas versiones, diferentes ángulos y perspectivas, y podamos compartir un tiempo. Es necesario que nos volvamos a reencontrar todos. En Buenos Aires, la diversidad da opciones para elegir. A nosotros, que somos de las provincias, tenemos apetito y necesidad de integrarnos con nuestros hermanos de otras provincias.
-¿Qué les dio este proyecto a las comunidades judías del país?
-Me parece que aquí hubo un revulsivo de reintegrar y de motivar a cada comunidad en sus esencias y en sus proyectos personales. Este no es un proyecto recaudatorio. Este es un proyecto que va a las raíces de las proyecciones de cada comunidad. Llegamos, por ejemplo, un domingo a la mañana frío, que lloviznaba, a San Juan. Y hubo un núcleo de gente impresionante y los dirigentes nos decían: ‘hay gente aquí que hace años no pisa la institución’. Por ejemplo lo que ocurrió también con los chicos en Posadas o luego en la Casa de Gobierno de la Provincia de Entre Ríos. Es decir, cada provincia y cada comunidad le pone su impronta y quiero que sirva para que cada comunidad energice y sea protagónica en esto.
-¿Cómo juega en todo esto que la conducción de la AMIA sea ortodoxa?
-Yo, como no ortodoxo, debo decir que desde nuestra diversidad y desde nuestra sensación el ver, por ejemplo, que hay un dirigente ortodoxo que no se arrima a escribir en este Sefer Torá, como el presidente de la AMIA, que está presente pero que mandó a otro representante a escribir. Seguramente que para él no avala y no representa, y para él esto no es casher. Creo que nosotros como comunidad tenemos una responsabilidad de integrarnos, de sumar. No escribir es no terminar de cerrar esta diversidad. Escribí, sumate, este es el Sefer Torá del pueblo de Israel. ¿Quién sabe y quién dice que este Sefer Torá no va a ser el marco para sus nietos, bisnietos o quien fuera? Pero es esta arrogancia de marcar límites. Muchas veces estamos en actos, por ejemplo en Iom Haatzmaut, y están presentes pero el himno no lo cantan. Pero no hay un elemento de la universalidad del Sefer Torá. Y yo creo que esa universalidad merece el protagonismo y el estímulo de que todos nos sumemos.