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Itongadol/AJN.- El soldado que disparó contra un terrorista herido en Hebrón será llevado hoy a una nueva audiencia que establecerá si se amplía la medida de prisión preventiva dictada por el tribunal militar de Castina. El juez, teniente coronel Ronen Shor, dijo en la audiencia anterior que por el momento no hay pruebas concluyentes y que hay indicios en una dirección y la contraria, por lo que toda la causa es controversial. En la audiencia, el fiscal solicitó la prórroga de su detención por nueve días más, para continuar la investigación. Los abogados defensores pidieron su liberación inmediata.
Mientras tanto, en los últimos días fueron recabados testimonios de médicos civiles que estuvieron presentes durante el incidente. Se les preguntó principalmente sobre la posibilidad de que el terrorista constituyera una amenaza mediante la activación de un cinturón explosivo o con un cuchillo, y respondieron que el riesgo y la preocupación al respecto eran evidentes durante todo el incidente. Algunos de ellos hicieron referencia a gritos que escucharon, que indicaban que el terrorista tenía un cinturón explosivo. Otro dijo que el hecho de que el terrorista llevaba un abrigo, a pesar de que hacía calor, aumentó la sospecha, y los demás también destacaron el hecho de que no llegó un experto en explosivos al lugar para asegurarse de que el terrorista no llevaba una bomba, como es habitual.
Sin embargo, en la investigación inicial llevada a cabo por el titular del Comando Central de las FDI, Roni Numa consta que uno de los oficiales había descartado la posibilidad de que hubiera explosivos sobre el cuerpo del terrorista. En este punto hay una contradicción entre las dos investigaciones y cabe esperar que su verificación tendrá un peso considerable en la causa.
Según Shlomo Levinger, miembro del personal médico que se encontraba en el lugar en Hebrón, había una fuerte sospecha de que el terrorista tuviera explosivos. “Yo fui uno de los primeros en llegar al lugar. No vi que alguien revisara si tenía explosivos. Antes de escuchar el disparo, vi que el terrorista se movía, que movió una mano, aunque no estaba claro hacia dónde. Parecía que buscaba el cuchillo que estaba en el piso o que se llevaba la mano al pecho. Todos temimos que intentara activar un cinturón explosivo oculto bajo su abrigo”.