Itongadol/AJN.- “La agenda de Hezbollah se centra en el Líbano, que es un Estado árabe hermano que enfrenta una gran inestabilidad interna, y es su pueblo es el que debe juzgar si es una organización terrorista”, aseguró el canciller egipcio, Sameh Shoukry (en la foto, delante de su par saudita, Adel al-Jubeir), a un diario de su país en referencia a la agrupación imputada por la Justicia argentina de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, que provocaron más de un centenar de muertos y muchos más heridos en 1992 y 1994, respectivamente.
“La Liga Árabe describió como terrorista el comportamiento de Hezbollah; sin embargo, la comunidad internacional aún no ha logrado consensuar una definición de ‘terrorismo’”, aclaró el cauto funcionario.
Por otra parte, “mientras que el reino (saudita) ha venido abogando hace mucho tiempo por la eliminación de (el dictador Bashar) Assad, nosotros no fijamos tales condiciones porque creemos que nuestro rol no es apoyar a uno de los lados de la ecuación política en Siria”, diferenció.