Itongadol/AJN.- Los investigadores encontraron que los insultos, aunque moderados, perjudican considerablemente el rendimiento del personal médico. El desprecio y la falta de sensibilidad no sólo entristecen a los profesionales, sino que también afectan su desempeño.
Ser grosero con los equipos médicos, de acuerdo con investigadores del Instituto Technion de Israel y el Centro Médico Bnai Zion, perjudica el desempeño profesional y causa daño a los pacientes.
La violencia verbal ha sido endémica en las salas de los hospitales de emergencia y algunas salas de hospitalización, y el hacinamiento y la escasez de camas y empleados médicos ha llevado incluso a la violencia física.
Los investigadores, dirigidos por el profesor Arik Riskin de la Facultad de Medicina del Technion, examinaron las implicaciones de este tipo de incidentes. La falta de respeto de los pacientes o familiares produce un antagonismo en los médicos, enfermeras y personal auxiliar, incluso en pequeñas dosis.
El desprecio y la falta de sensibilidad no sólo entristecen a los profesionales, sino que también afectan su desempeño en los aspectos de la memoria, la concentración, la atención al detalle, la resolución de problemas y la realización de diversas tareas cognitivas.