BBC.-El resultado es una exposición poco común en la que aparecen 68 fotos de ambos lados, sumadas a otras 24 en las que los propios fotógrafos se convirtieron en foco de atención y fueron ellos fotografiados por sus propios coordinadores, mientras se paseaban con sus cámaras por Hebrón u observaban los resultados de su trabajo junto a sus familiares y amigos.
Se trata de un original proyecto de la AFP (Agencia noticiosa francesa) -que proporcionó las cámaras de fotos a las familias israelíes y palestinas que aceptaron participar en la iniciativa- y cuyos fotógrafos -el israelí Menajem Kahana de Jerusalén y el palestino Hazem Bader- convirtieron en realidad.
El conflicto entre las partes queda inevitablemente reflejado en las fotografías de los niños que lo viven diariamente, aunque nadie les pidió, al entregarles las cámaras por unas semanas, que tomen imágenes de un tema determinado.
El conflicto
Soldados israelíes en la casa de una familia palestina
El conflicto entre israelíes y palestinos no pudo estar ausente en las fotografías.
La intención era que saquen fotos de su propia vida y ese es el resultado.
«Sabía que el conflicto estaría reflejado en las fotos», nos dijo Menajem Kahana.
«Se nota en la vida de la gente del lugar y por eso aparece en las fotos. Especialmente en las silenciosas. Pero no pedimos nada».
A Menajem le resulta hasta extraño que preguntemos cuáles eran sus expectativas:
«En general, como profesional, yo no espero de antemano qué surgirá de una foto. Cuando no se espera nada determinado, esas son las mejores fotos, las más fuertes. Y aquí es evidente que las fotos las tomaron niños, con una visión muy ingenua y sencilla».
Una prueba de lo compleja que es la situación en Hebrón está en el hecho de que durante todo el proyecto, los fotógrafos de ambas partes ni siquiera se reunieron, aunque sus lentes se toparon a veces a través de cercas y ventanas cerradas.
Paz
«Mi sueño es que haya paz y que podamos vivir bien», nos dijo Muhamad Abu Eishe, frente a la foto que sacó a una paloma, quizás la de la paz, que aún no ha llegado a Hebrón.
Muhamad Abu Eishe
Muhamad fotografía palomas y sueña con la paz en su ciudad.
«Que haya aquí paz, tranquilidad, que todos puedan pasean libremente, que podamos llegar sin problemas a Hebrón y quizás hasta vivir allí de común acuerdo y con amor con los palestinos porque el lugar es maravilloso», fue la respuesta de Menajem Kahana cuando preguntamos cuál es su sueño.
Y Hazem Bader, el fotógrafo de AFP en Hebrón, tiene el suyo, no muy diferente por cierto.
«Como palestino, quisiera que la situación sea buena, que se reduzca la violencia y haya paz en los territorios de Palestina e Israel».
«Y quisiera que con nuestro nuevo gobierno, los que resulten electos en enero, logren guiarnos en la dirección correcta, para que haya paz en esta zona. La dirección correcta es la de la paz , por supuesto a través de negociaciones, no de la violencia».
En la exposición «Hebrón, mi hogar», aún no se ha logrado la paz.
Ni siquiera se reunieron los noveles fotógrafos de ambas partes. Siguieron estando juntos….pero separados.
Pero los abrazos entre Menajem y Hazem, que se conocen y por ende saben que se pueden respetar, dejaban en claro que aún con tanto conflicto de por medio, no todo está perdido.
Y que las cosas, pueden eventualmente, llegar a ser mejor.