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Video/Entrevista: Avigdor Kahalani, héroe de la Guerra de Iom Kipur: “Vivo a la sombra de la muerte”

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Itongadol/AJN.- Ver video AQUÍ. (Por Roxana Levinson. Especial para AJN desde Israel). Avigdor Kahalani es un hombre muy activo, siempre rodeado de amigos, casi siempre luciendo una gran sonrisa. Pero su expresión cambia cuando el tema es la guerra. Kahalani, Brigadier General retirado, fue protagonista de duras batallas en la Guerra de los Seis Días, la de Yom Kipur, y la Primera Guerra del Líbano. 

Recibió medallas por su heroísmo y méritos, fue ministro, miembro del Parlamento. Pero su nombre está asociado principalmente a aquella batalla de octubre de 1973, en el “Valle de las Lágrmas”. Aquel día en el que los sirios parecían avanzar irremediablemente hacia el corazón de Israel. Contra todo pronóstico, un grupo de soldados agotados, con pocos tanques y un gran sentido de la lealtad y el compromiso, lograron frenarlos.  
 
En diálogo con AJN, en su despacho de la presidencia de la “Agudá Lemaan Hajaial” (Asociación por el Bienestar del Soldado”) en Tel Aviv, Kahalani rememora aquellos días y analiza la realidad desde su singular punto de vista. 
 
¿En qué situación – personal y circunstancial – lo encuentra la noticia del comienzo de la Guerra de Yom Kipur?
Rosh Hashaná ese año cayó un día miércoles, y según las festividades de Israel es miércoles, jueves, viernes y sábado. Una noche antes yo salí porque mi hermano se casó, mi hermano Emannuel, que era comandante de tanque. Yo era comandante de un batallón en el Sinaí, y salía una vez por semana. Salí para el casamiento de mi hermano. 
 
El mío fue el primer batallón convocado, diez días antes de la guerra, lo que demuestra que esta guerra no fue precisamente una sorpresa como se suele decir. No exactamente una sorpresa. Movilizamos 44 tanques, subimos a los Altos del Golán y éramos entre 65 y 70 tanques. Del Sinaí traje 44 grupos de soldados, recibimos tanques de los depósitos de emergencia, el día miércoles, diez días antes de Yom Kipur.
 
¿Se hablaba ya de la posibilidad de una guerra?


Se hablaba de tres posibilidades: Se habló sobre un posible desgaste, o sea que nos disparen artillería y desgasten a los civiles. Se habló de otra opción, que era un ataque puntual. Por ejemplo, un ataque con toma del Monte Hermón, o Quneitra, algo que sea muy simbólico. La tercera opción, sobre la que no se hablaba. “Hay posibilidad de una guerra, pero es poco probable que suceda”, decían. O sea que hablaba de tres posibilidades, la menos probable era la guerra.
 
De todos modos, es Yom Kipur y hay guerra. Hay soldados religiosos, más o menos tradicionalistas. ¿Qué se hace? 
A las diez de la mañana de Yom Kipur me avisaron: “Hoy comienza la guerra”. Pregunté a qué hora y me dijeron que al parecer a las seis de la tarde. Estábamos desplegados en la zona con los tanques. Y había un edificio sirio abandonado. Puse una red, porque no tenía techo, y lo transformé en sinagoga. Entonces, fui a la sinagoga e interrumpí las plegarias. Estaba el rabino del batallón, que vino a rezar con mi batallón. Cuando hablé con los soldados religiosos les dije: “hoy comienza la guerra y ustedes van ahora a los tanques, estén listos a las 12.00, con todo el equipamiento. 
 
Y entonces me di cuenta que todos ellos estaban ayunando. Yo también estaba ayunando, desde los diez años de edad yo ayunaba y toda mi vida recé en la sinagoga. Y yo tenía una manzana en mi bolsillo, que traje conmigo. Les dije que prestaran atención y mordí la manzana. Les dije que ellos iban a comer, y se rieron, porque les estaba dando la orden de comer en Yom Kipur. Y les dije: “Si yo puedo comer, también ustedes pueden y si no comen, no tendrán fuerzas para mover los tanques”. Corrieron a los tanques y comenzaron a prepararse. Y a las dos de la tarde comenzó la guerra.
 
¿Cuál fue el momento más difícil de la guerra?
En primer lugar, el comienzo. De pronto, aparecen sobre nosotros aviones, nos bombardean, sorpresa total. Artillería por todas partes en los Altos del Golán. Fue un shock, fue un shock porque no estás preparado… de pronto estás tirado en el suelo y todo a tu alrededor estalla. Y crees que los aviones que están arriba y bombardean son israelíes, quizás por error. Porque no puede ser que un piloto sirio cruce la frontera sin que lo derribemos antes. La mejor Fuerza Aérea del mundo. De pronto comprendes que nosotros no tenemos la iniciativa, sino ellos. Eso hizo un verdadero shock. Después, cuando corrimos hacia la frontera y comenzamos a ver los cientos de tanques que corrían hacia nosotros, comprendimos: “es una guerra, no es broma”. 
 
A nivel personal tuve varios momentos difíciles. Uno fue el sábado por la noche, que sentí que no podía frenarlos porque los sirios tenían tanques mejores que los nuestros. También tenían visor infrarrojo, disparaban por la noche, y nosotros no teníamos. Y el día crítico fue el día 9 del mes, cuando todo el Golán ya estaba en poder de los sirios y vinieron a hacer el último ataque al lugar donde yo estaba, donde estaba la Séptima Brigada, y yo comandé la batalla. Fueron momentos en los que, en realidad, si no hubiésemos resistido, habríamos llegado a una situación en la que ellos pasarían al Jordán, a la Galilea, y más, porque no había ejército que nos respaldara. Y la relación de fuerzas era aproximadamente de entre 8 a 10 tanques sirios frente a un solo tanque israelí. 
 
El cuarto momento que me fue muy difícil fue cuando terminó la guerra y me pidieron que viajara a mi casa. Yo no sabía por qué y entonces me comunicaron que mi hermano había muerto en la guerra, Emanuel, el que se casó la noche anterior al comienzo de la guerra. Y también el hermano de mi esposa murió. Él estaba casado desde hacía casi un año y su esposa estaba embarazada. 
Hubo muchos momentos que … por supuesto, cada vez que otro compañero muere, otro combatiente, otro tanque estalla. Captas lo que está pasando pero… Recuerdo todos los momentos, pero los momentos en los que sientes que te vas a quebrar. Hubo una buena cantidad de esos momentos. 
 
Pasó el tiempo, ¿Qué lugar, qué peso tiene la Guerra de Yom Kipur en su vida cotidiana, en su personalidad, en lo que realizó a lo largo de los años?
En primer lugar, la guerra que me marcó fue la de los Seis Días. Yo estuve un año en el hospital, con heridas graves. Un 60% de mi cuerpo se quemó. Yo estaba en el primer tanque que cruzó la frontera, fue alcanzado por fuego enemigo, pasé a otro tanque. De ahí pasé a un tercer tanque y todo el tiempo iba primero. Toda la Brigada Número 7 iba detrás, y en El Arish, después de luchar casi un día completo, mi tanque fue alcanzado. De mi grupo, dos soldados murieron calcinados, y el artillero sufrió quemaduras graves. Estuve en el hospital durante un año y pasé 12 cirugías plásticas, de trasplante de piel. 
 
Desde el punto de vista personal, la decisión de regresar al tanque fue muy difícil. No es algo muy probable, o común que alguien vuelva al tanque después de semejante herida. Pero yo tomé la decisión.
 
Respondiendo a tu pregunta, la Guerra de Yom Kipur, vista desde la perspectiva nacional del pueblo judío es uno de los picos de su historia. Como el Holocausto, el nacimiento del Estado de Israel.
 
Desde una perspectiva histórica, esta guerra fue como una curación para el pueblo de Israel. Porque recibimos una bofetada muy fuerte. Vino Dios, que cuida al pueblo judío, el pueblo elegido, y nos dio una bofetada sonora, y hasta el día de hoy nuestra mejilla está colorada. Esa bofetada sacudió al pueblo judío y le dijo: tengan cuidado. Hay un peligro existencial. 
 
¿Cómo cambiaron las guerras sus planes de futuro? ¿Qué respondía de niño cuando le preguntaban qué vas a ser cuando seas grande?
Yo no planifiqué hacer carrera militar, yo pensaba estar a cargo de un taller mecánico en Nes Tziona, que mi padre construyó. Se llama “Taller Avi”, que es mi sobrenombre. Viajamos a Alemania a traer nuevos tanques, me incorporé como profesional, luché en la Guerra de los Seis Días y ya me quedé. Cuando era niño mi sueño era ser conductor de un autobús de Egged, porque decían que a los conductores de Egged les va muy bien. Si tiene una acción en Egged, tiene buen salario, pensión … eras muy importante. 
 
Terminé mi carrera militar a una edad relativamente joven, 44 años. Creo que lo que esto le hizo a mi vida es que yo vivo a la sombra de la muerte. Y quien vive a la sombra de la muerte ve la vida de una manera diferente a la de los demás. Vives día a día con el dolor, las cicatrices. 
 
Tengo un 73% de discapacidad física. Y como vives a la sombra de la muerte, todo el tiempo tienes la sensación de que quieres alcanzar a hacer cosas. Hacer, ver, escribir, crear, no pasar el tiempo en el mar, ni jugando Backgammon, sino algo distinto. Creo que si analizo mi imagen: yo ya escribí cinco libros, hice una película, 12 canciones mías se escuchan en la radio. Soy muy creativo. ¿De dónde viene ese impulso? 
 
No lo sé, no entiendo, pero tengo un impulso de alcanzar a hacer, alcanzar a hacer, todo el tiempo. Porque enterré muchos de mis amigos y mis soldados y vi que no alcanzaron a dejar una flor o una planta, nada. En algunos casos las cartas que escribieron, para recordarlos. Es probable que la sombra de la muerte influya en la persona y la convierta en una persona mejor, que sabe distinguir entre lo importante y lo superfluo, con más criterio, más cercano a las personas, amar más la vida. Creo que, en definitiva, tengo que agradecer por lo que viví. Puede ser que mi base era buena, pero creo que todo aquello me fortaleció. 
 
¿Cómo ve Ud. la situación de seguridad de Israel en la actualidad?
Cierta vez el ángel Gabriel le preguntó a Dios: “¿Cómo es posible que le diste al pueblo judío todo, una tierra que mana leche y miel? También hay otros pueblos”. Y Dios le respondió: “No te preocupes, ya verás qué vecinos voy a darles”. 
 
Si la pregunta es si árabes y judíos pueden vivir juntos, la respuesta es sí. Pero el odio profundo que desarrollaron los árabes en su cultura, en su sistema educativo, en sus enseñanzas, está muy enraizado. No nos quieren aquí. Y por ello el conflicto no finalizará en la generación de tus hijos ni en la de tus nietos. Yo espero que suceda, pero no creo que suceda. 
 
Por ello, nosotros debemos ser fuertes. No hay alternativa. Como alguien que nada en un mar agitado, contra corriente. Si deja de hacer movimientos, se ahoga. 
 
Desde el punto de vista de seguridad, ¿Israel tiene alguna amenaza existencial? A mi entender, no. Porque los países que nos rodean, en este momento, están divididos y enfrentados entre sí. En cuanto a Irán, en el momento en que Irán intente utilizar algún tipo de armamento contra nosotros, será borrado de la faz de la tierra a mi entender. Hay un equilibrio de fuerzas, y no estamos solos. 
 
Hoy en día no hay una amenaza existencial que provenga desde Siria, Líbano, Egipto o cualquier otro país. Puede ser que algún misil caiga sobre tu casa, pero no amenazan la supervivencia del Estado de Israel. 
 
¿Quién amenaza nuestra supervivencia? Nosotros. Si no preservamos nuestra sociedad, el compromiso mutuo, la solidaridad, nos vamos a desintegrar. En definitiva, sólo debemos conservar la unión, la unidad entre nosotros y mantener en alto la bandera del Estado de Israel. 
 

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