Itongadol/AJN.- La presencia de “Wado” de Pedro en el Congreso Judío esta mañana, significó una clara señal de que el vínculo del gobierno nacional y la comunidad judía no está cerrado. Aire fresco y necesario después de algunas tensiones marcadas por la firma del Memorándum con Irán y la muerte del fiscal Nisman, afirmó un importante dirigente.
La presencia del secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado de Pedro, dejó en el brindis de Rosh Hsahná un claro mensaje para compartir con los presentes, entre los que se encontraban los principales líderes de la comunidad judía, un sin número de jueces, camaristas del Poder Judicial, Adrián Werthein y Eduardo Elsztain entre otros. Esto convirtió al escenario del Congreso Judío en un espacio necesario, cuando la festividad de un año nuevo judío permitió con la presencia del secretario general de la Presidencia comenzar a recomponer aquellas fisuras que pudo haber dejado el Memorándum de Entendimiento con Irán y la muerte del ex fiscal Alberto Nisman, entre otros temas.
El Gobierno eligió un importante organismo de alcance internacional, como es el Congreso Judío para hacer llegar su mensaje y no la AMIA o la DAIA. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había tenido contacto en el pasado, en su vista a la ONU, con Ronald Lauder, el líder del Congreso Judío Mundial. Siempre Lauder fue un interlocutor importante para la Presidenta.
Claramente, el Congreso Judío tiene entre sus objetivos el trabajo interreligioso y un importante vínculo con el Papa. Como quedó visto en el desayuno y brindis de hoy, posee un importante vínculo con todo el espectro de la sociedad argentina, donde se vio una gran presencia del mundo jurídico y dirigentes políticos nacionales.
También la Iglesia estuvo presente con el secretario general de la conferencia episcopal Argentina, monseñor Mario Malfa, con un mensaje muy comprometido respecto a la tarea que toda la sociedad argentina tiene por delante. Fue esta misma casa la que albergó al presidente de la DAIA, Julio Schlosser, y al presidente en ejercicio de la AMIA, Thomas Saieg, para poder compartir junto al director ejecutivo del CJL, Claudio Epelman, el espacio de anfitriones.
Sin duda, el Congreso Judío Latinoamericano y Mundial queda en un lugar privilegiado cuando, después de las tensiones vividas entre el Gobierno y la comunidad judía, y en base a la labor y confianza del Congreso Judío, logró lo que dijo un dirigente: Aire fresco y necesario con el gobierno nacional.
Algunos, más osados, aseguraron que a partir de hoy van a aparecer más señales en las relaciones entre el Gobierno y la comunidad.