Itongadol/AJN.- “Estábamos esperando una resolución como la que emitió el juez (Julián) Ercolini porque consideramos que esa denuncia no tenía pies ni cabeza, o utilizando el lenguaje que acostumbra el jefe de gabinete (nacional, Aníbal Fernández): era un ‘mamarracho jurídico’ que tenía más la intención de lograr algún efecto periodístico que otra cosa”, aseguró el presidente de la DAIA, Julio Schlosser (foto), a la Agencia Judía de Noticias (AJN) tras la desestimación hoy, miércoles, de la acusación del abogado Juan Labaké contra dirigentes, funcionarios e intelectuales judíos y dirigentes opositores por “traición a la patria, alterar las relaciones amistosas con un gobierno extranjero y sedición”.
El 23 de abril, el letrado presentó una acción penal para que se investigasen los dichos del ex director ejecutivo de la DAIA Jorge Elbaum, quien en un artículo periodístico denunció una vinculación financiera de varios de los mencionados con los “fondos buitres” y el fallecido fiscal Alberto Nisman.
“Dice que la formula porque leyó declaraciones en un lugar… es comprensible viniendo de quien viene y no vale la pena darle más importancia”, sentenció el líder comunitario, denunciado junto con su par de la AMIA (en uso de licencia), Leonardo Jmelnitzky; Jorge Knoblovits y Alfredo Neuberger, secretario general y director político de la DAIA, y Waldo Wolff, por entonces vicepresidente 1º de la misma.
También el filósofo Santiago Kovadloff, el constitucionalista Daniel Sabsay, el escritor Marcos Aguinis, la consultora de medios Mariela Ivanier, las diputadas Laura Alonso y Patricia Bullrich, el cubano Carlos Alberto Montaner y el estadounidense Paul Singer, cara visible de los “fondos buitres”.
“Ninguno de los directivos de la AMIA y la DAIA tiene relación alguna, ni somera ni de conocimiento, con los ‘fondos buitres’, y mucho menos pueden ser acusados de traición a la patria o sedición” porque “siempre nos hemos limitado a trabajar dentro de la comunidad, con sus problemas y los que aquejan a la sociedad argentina toda”, aclaró Schlosser, por si hiciera falta.
“Se ha reafirmado nuestro reiterado concepto de confianza en la Justicia, que hoy ha dado una nueva prueba de que es confiable”, finalizó en diálogo con AJN.
La denuncia quedó al borde de la desestimación después que el 19 de mayo, Elbaum declaró en el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 10 que sus “discrepancias políticas e ideológicas con la dirigencia de la comunidad judía no tienen nada que ver con el delito de traición a la patria”.
Labaké es un abogado nacionalista, muy vinculado con cierto sector de la comunidad musulmana local, que defiende a Alberto Jacinto Kanoore Edul, uno de los imputados por el atentado a la AMIA, que hace años atribuye a judíos.
“No aceptaré de ninguna manera que mis notas sean usadas por Labaké, que es un fascista, un nazi; es mi enemigo en términos de representación del mundo porque es un antisemita judeofóbico” que “lo único que pretende es defenestrar todo lo que existe como judío”, señaló en su momento Elbaum a AJN.