Itongadol/AJN.- “Mantenemos el diálogo porque dialogar es la esencia de la democracia", aclaró hoy, viernes, el secretario general de la DAIA y postulante a la presidencia, Jorge Knoblovits (foto), en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Todos “los candidatos (a primer mandatario nacional) han dialogado siempre con la DAIA y han tenido la mejor predisposición hacia la comunidad judía y con cada uno de ellos tenemos referentes para seguir por el mismo camino”, destacó el abogado, que recibió a AJN en su estudio, acompañado por el actual vicepresidente 1º de la entidad, Ricardo Furman.
Knoblovits agregó que “Nos han acusado de participar de operaciones geopolíticas y que solamente nos interesa la ‘pista iraní’ en ‘la causa AMIA’, y no es así. En la causa por encubrimiento que se está llevando a cabo ahora, cuyo juicio oral empezó el 6 de agosto, fue la misma DAIA, hace muchos años, la que pidió muy firmemente que se investigara la ‘pista siria’”, subrayó.
P- Cada día estamos más cerca de la elección en la DAIA y, como suele ocurrir, circulan un montón de rumores, así que la primera pregunta es ¿Qué está pasando a estas horas?
JK- La verdad es que estamos en unas previas bastante previas porque el mundo político ha comenzado a referirse a las elecciones de la DAIA, que son el 19 de noviembre, con bastante anticipación. Tenemos tres candidatos: yo, (Ariel) Cohen Sabba (el ex tesorero de la DAIA y actual de la AMIA, (el actual presidente,) Julio Schlosser, que son dos amigos y, además, dos personas valiosas, pero nosotros nos presentamos como un equipo, porque creemos que esta es la manera de trabajar.
Es público y notorio que nos tocó una cadencia de mucha exposición, cada vez que hubo que resolver algo, citamos a un Plenario de Presidentes, para escuchar a nuestras afiliadas lo que se decía y, en función de eso, dar el mensaje que correspondía. Cualquier acto eleccionario es sano, de entrega democrática, en el que nos gusta participar, y lo hemos hecho en las instituciones a las que pertenecemos (NdR: el Club Náutico Hacoaj, en su caso). También es cierto que en este momento de la Argentina sería sumamente interesante que las tres listas puedan encontrar un mecanismo para que sus referentes estén gobernando la DAIA juntos, sin importar el puesto, y debemos encontrar el mecanismo adecuado para realizarlo. Por ahora cada uno presenta sus propuestas y ninguno va a hablar en contra de la del otro.
P- En base a su experiencia, ¿Qué cree que necesita la DAIA que viene?
JK- Primero habría que decir cómo deberíamos llegar a la DAIA que viene y después qué necesita programáticamente. Necesitaría que los tres estemos unidos y elaboremos un proyecto de unidad. No quiere decir que yo debo liderarlo y los demás, secundarme; simplemente los tres equipos debemos encontrar el mecanismo pertinente para gobernar juntos.
Los tres proponemos una DAIA inclusiva, participativa, donde tienen que estar representados todos los sectores comunitarios. La Argentina tiene una presencia comunitaria en todos los ámbitos que es sumamente importante. Si bien somos la quinta o sexta en el mundo (en cantidad de población), somos la segunda en importancia política en el entramado con los distintos sectores de la sociedad civil -políticos, científicos, económicos, artísticos, laborales-, y esto no sucede en otras partes del mundo, salvo en los Estados Unidos. No es una apreciación, es un estudio, y me parece que debemos tener en cuenta que muchas veces somos tenidos en cuenta como referentes de la sociedad civil por mesurados, porque hemos tenido una actuación ajustada en los procesos que tienen que ver con la inclusión y la protección de las minorías. No lo hacemos solamente en esta cadencia: hace muchísimo tiempo que la DAIA ha decidido que tenía que asumir la representación jurídica y académica de muchos colectivos discriminados. Es motivo de orgullo y creo que es el punto que tenemos que profundizar luego de tomar la conducción de la DAIA cualquiera de los tres.
La misión de la DAIA es medular, mantener la memoria de la Shoá, la defensa de la “causa AMIA” o la posición tomada con relación al Memorándum (de Entendimiento con Irán en paralelo a la investigación judicial) , y trabajamos con todas la afiliadas que tienen una incumbencia determinada y con aquellos que tienen la misión de trascender para siempre a la DAIA. Por eso me parece que es un motivo de orgullo el trabajo del CES (Centro de Estudios Sociales), el DAJ (Departamento de Asuntos Jurídicos) y el DAC (Departamento de Asistencia Comunitaria), que son nuestras áreas de soporte científico-académico, jurídico y de seguridad.
RF- Aparte de que creemos mucho en el valor del equipo, en un mundo como el de hoy, una generación como la nuestra no puede dedicarle 10-15 horas por día a una institución, y mucho menos a la DAIA, así que la única forma de trascender es confiar en el otro. La mayoría somos profesionales o empresarios y hemos armado un plan, que si bien lo empezamos en esta cadencia -de hecho, todos juntos hemos hecho un trabajo de planeamiento estratégico que inclusive fue presentado en el Consejo Directivo-, hemos rescatado muchos de esos temas para hacer un planeamiento a 4-5 años en materia de estabilidad económica, acción política, comunicación, DAIA joven, mejor interacción con el Interior. Un factor diferencial es que creemos mucho en tener programas escritos, “políticas de Estado”, y de esa forma darle más planeamiento y profesionalidad (a la DAIA). Creo que si algo podemos aportar e este pequeño granito.
P- Algunas personas hablan de su rigurosidad y dureza respecto de los temas difíciles que atravesó la DAIA, ¿Qué opina?
JK- Siempre traté de ser vehemente y quirúrgico, pero en el lugar donde tenía que hacerlo. Las declaraciones que debí efectuar estaban fundadas en un análisis jurídico de la necesidad de la comunidad judeoargentina, avalado por mis compañeros del (Consejo) Directivo. Tenía los fundamentos necesarios para hacerlo, y nos tocó realizar análisis muy rigurosos porque debíamos salir a decir y a cubrir rápidamente situaciones de mucha urgencia que eran de contenido jurídico, político y también de seguridad de nuestra comunidad con un principio muy claro: tenemos que hablar con todos los sectores porque nuestro último recurso es perder este diálogo. Pero tampoco podemos dejar de decir, y si a veces se nos acusa de no haber dicho alguna cosa, hay sectores que pueden decir válidamente que en algún momento debíamos haber sido más o menos fuertes. La DAIA muchas veces es más importante por lo que hace y no dice que por lo que dice públicamente, que también ayuda, pero hay que combinar ambos recursos. Tenemos un equipo de profesionales y voluntarios que está permanentemente trabajando para la misión de la DAIA.
P- No obstante eso, hay nombres propios que atravesaron vuestra gestión: el canciller (Héctor) Timerman, la Presidenta de la Nación, el juez (Daniel) Rafecas, la muerte de (el fiscal Alberto) Nisman… ¿Qué piensa cuando le nombran a estas personas?
JK- Pienso que hay que escucharlos, contestarles y no pelearse porque cada uno tiene su razón para exponer su punto de vista y lo único que hacemos es exponer los nuestros. Pueden ser distintos en muchos casos y coincidentes en otros, pero cuando hablo con mis hijos, un cliente o un colega no pienso que me tengo que pelear con él porque piensa distinto. Lo que tengo que hacer es sostener firmemente mi posición y tratar de llegar a un punto de acuerdo. En la DAIA no necesitás tener siempre acuerdos, pero sí fijar posición a veces, siempre con buena intención. Hay un bien intangible, que es el diálogo, y uno tangible, que es no romper lazos de primer grado, segundo, tercero porque la DAIA debe tener algún interlocutor importante en cada uno: el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, las fuerzas de seguridad, los medios… Creo que ésta es la fortaleza de la DAIA.
RF- Estoy a cargo del área de comunicaciones y nos encontramos con que la mitad nos dice que fuimos muy rigurosos y la otra, que tenemos que ser más duros. Es realmente difícil encontrar el punto de equilibrio ante tanta exposición pública.
JK- Debemos ser cuidadosos, porque la DAIA es todo el país con sus 22 filiales. Los recursos son escasos en todas partes, nos sustentamos con el trabajo voluntario en toda la república, y quiero decir que en un editorial publicado hace pocos días en vuestro medio decía que yo tenía el apoyo del Interior y me parece irrespetuoso porque oportunamente, en conjunto y por mayoría va a decidir a quién va a apoyar. Hoy todavía nadie tiene “el apoyo de…”.
P- ¿Criticaron su último viaje a los Estados Unidos?
JK- No me criticaron, eso fundó una acción judicial porque a raíz de ese viaje y otra serie de elementos estamos acusados de traición a la patria y sedición por (el abogado Juan Gabriel) Labake. No tengo más que agradecimiento para el rav (Mario) Rojzman, de (la comunidad de Miami) Beth Torah, que me invitó a dar una conferencia con auditorio lleno y fui exquisitamente recibido, y por supuesto que en ningún momento dije lo que denunció Labake. Pero si exponer mi palabra libremente en cualquier país del mundo, incluso Argentina, determina que soy un traidor a la patria, no voy a dejar la misión de decir lo que tengo que decir por quienes represento porque sería una torpeza y acreditar que tengo un miedo que la verdad que no tengo.
P- La finalización de la cadencia de ustedes coincide con la de esta etapa del kirchnerismo, ¿Qué opina sobre eso?
JK- Como te dije antes esta cadencia tuvo una exposición importante. Podemos disentir en el cómo, pero no está mal exhibir posiciones, acreditarlas, que hayamos sido escuchados y que nosotros hayamos escuchado. No quiero hablar solamente de nuestra relación con el poder político, jurídico o legislativo, en nuestra cadencia hemos tenido dos fuertes problemas en Israel y la DAIA tiene una fuerte presencia en el diálogo interconfesional que nos ha ayudado muchísimo para controlar la situación porque la Argentina tiene un modelo de exportación (de convivencia interreligiosa). (El protesorero 1º) Alberto Zimerman, quien dirige con tanta solvencia este tema, que es emblemático, ha tenido los elementos necesarios para dialogar con todos los sectores, y me parece que esto también ha atravesado nuestra gestión. Nos han acusado de participar de operaciones geopolíticas -en este punto se enlazan la política nacional con la internacional- y de que solamente nos interesa la “pista iraní” en “la causa AMIA”, y no es así. En la causa por encubrimiento que se está llevando a cabo ahora, cuyo juicio oral empezó el 6 de agosto, fue la misma DAIA, hace muchos años, la que pidió muy firmemente que se investigara la “pista siria”. Somos un equipo que ha aportado coherencia, mesura y capacidad, con gente que está trabajando con nosotros en la gestión que estamos terminando y me enorgullece, como también haber trabajado con Julio, y con Ariel en las muchas situaciones en que hemos coincidido con la AMIA. En esta cadencia, la relación de la AMIA y la DAIA estuvo absolutamente aceitada.
P- En los últimos tiempos, la Presidenta ha tenido un embate bastante fuerte contra las instituciones judías y, por lo que se ve, las puertas entre la comunidad y el gobierno no están tan abiertas como en otro momento…
JK- Las puertas están abiertas. Más o menos es un problema de imagen, pero la verdad es que no tenemos el teléfono cortado. Si tenemos un inconveniente, hablamos y nos atienden. Y cada vez que hay un tema que compromete a la comunidad judía, también nos llaman del gobierno. Así que no estamos peleados. No nos asusta tener posiciones distintas. Cada uno tiene sus propios intereses y razones fundadas para sostenerlos.
P- No obstante eso, fue muy crítico con la Presidenta cada vez que, en los últimos tiempos, atacó a las instituciones…
JK- …Fui firme con la voz de la DAIA, que no es criticar a la Presidenta.
P- ¿Cómo está viendo este fin de ciclo del kirchnerismo y, más que nada, lo que pueda venir próximamente en la Argentina?
JK- Volviendo a la primera pregunta, aspiro a que los tres candidatos podamos estar conduciendo la DAIA juntos, con un mecanismo en el cual estamos trabajando. Si es así, seguramente los tres nos vamos a comprometer a defender firmemente a la DAIA en donde haya que hacerlo. No es ajeno que ahora tenemos una misión jurídica que no está contemplada en el Estatuto ni en la misión fundacional: la DAIA va a cumplir 80 años, es referente de toda la sociedad argentina y tenemos muchas expectativas con cualquier recambio democrático. Cualquiera de los candidatos que pueda surgir de estas elecciones ha dialogado siempre con la DAIA, ha tenido la mejor predisposición hacia la comunidad judía y en cada uno de ellos tenemos referentes para seguir por este mismo camino.
P- Continúa la falta de resultados si finalmente a Nisman lo mataron o se mató y la comunidad judía vivió esto muy de cerca por su rol como fiscal de la causa del atentado a la AMIA…
JK- …No somos querellantes en la causa de la muerte de Alberto Nisman, lo único que nos interesa, como argentinos, es que se sepa qué pasó. Estuve con él dos días antes, era un vehemente impulsor de la causa.Ser querellante es un acto privadísimo de su familia y sería una falta de respeto que participáramos. Pero la verdad es que la muerte de Alberto me afectó personalmente y creo que ha sido un golpe para la causa, sin desmedro de que la nueva fiscalía colegiada pueda hacer una buena tarea.
P- En su tumba en el cementerio de La Tablada hay una montaña de piedras…
JK- Sí, Alberto fue un símbolo y esto es resultado de ese simbolismo.
P- ¿Cómo ve a la DAIA fuera de la Argentina?
JK- La DAIA tiene una vicepresidencia en el Congreso Judío Mundial y en el Congreso Judío Latinoamericano, desde el punto de vista comunitario, pero afortunadamente, así como es referente de sectores no comunitarios y cuando decís “DAIA” es escuchada con respeto porque tiene una trayectoria coherente, lo mismo sucede en los foros internacionales en que es convocada a participar. La DAIA ha construido un prestigio que es mérito de nuestros antecesores y me propongo seguir haciendo exactamente lo mismo para hacer una DAIA cada vez más grande e inclusiva.