El disparo alcanzó a Bar-Maimon en la cabeza y murió instantáneamente. El extremista, de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatah, el movimiento de Yasser Arafat, fue perseguido y abatido minutos después por otros policías israelíes.
Aunque se mantuvo en calma en las últimas tres semanas, Gaza fue escenario en los últimos dos días de incidentes armados.
La cuarta víctima
Bar-Maimon llegó a Israel en 1996 y se instaló en Ashkelon con su madre, Alina, que desde hace unos meses sufre una enfermedad terminal; su padre se quedó en la Argentina. Como hijo único podría haberse excusado de cumplir con el servicio militar, pero él mismo insistió en enrolarse.
El joven es la cuarta víctima argentina de la intifada.
Carlos Jerusalinsky, de 50 años, y Carlos Wegman, de la misma edad, murieron hace tres semanas cuando un kamikaze palestino hizo detonar una bomba en el restaurante en el que almorzaban en Haifa. Ambos habían emigrado a Israel en la década del 70 y eran amigos desde que compartieron la secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires.
Mario Goldin, por su parte, se transformó en la primera víctima argentina cuando explotó una bomba en el ómnibus del que se aprestaba a descender en Kfar Saaba, cerca de Tel Aviv, el 21 de abril de 2001. Goldin, médico cordobés, de 52 años, vivía en Israel desde 1977.
Fte La Nacion