El asesor jurídico estudia el caso tras una acalorada reunión del gabinete del primer ministro israelí, Ariel Sharón, en la que varios ministros criticaron severamente a Larsen y exigieron que se estudie la posibilidad de declararlo «persona non grata» o «culpable de incitación».
Estas últimas palabras fueron las del ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, quien lanzó esta mañana un ataque sin precedentes contra el enviado especial de la ONU, de quien dijo «ha adoptado la posición palestina».
El ministro de Defensa informó a la prensa de que asintió a una petición del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para que un equipo de expertos de ese organismo internacional investigue los acontecimientos en el campo de refugiados palestinos de Jenín.
«No tenemos nada que ocultar, todo lo contrario», comentó Ben Eliezer, quien agregó: «que vengan, que observen y que hablen con quienes quieran», si bien aclaró que Israel pactó con Annan que la comisión esté integrada por expertos y no políticos.
Por su parte, Larsen explicó esta mañana en una entrevista con la radio israelí que no participará como miembro del equipo especial que investigará lo ocurrido en Jenín, y destacó que no ha acusado a Israel de una masacre, sino de impedir el acceso de las organizaciones humanitarias al campo de refugiados.
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