Desde entonces, el Rumikube se convirtió en el juego más exportado en Israel y el tercero mejor vendido en el mundo. (El mejor vendido en el Monopoly).
Cada año, alrededor de 2 millones de juegos de Rumikube son vendidos en más de 40 países del mundo. No solamente es fabricado en Israel, sino que cuenta con licencias en fábricas de India y Brasi.
«La belleza del juego, explican los fabricantes, reside en su universalidad y que no depende de idioma alguno. Las reglas son claras y el lenguaje numérico permite que los franceses jueguen con los chinos y los africanos con los escandinavos». Los expertos estiman que 20 millones de personas lo juegan mundialmente.
34 años después, aquel patio de Bat Yam fue reemplazado por una sofisticada fábrica en Arad, en la que no se escucha acerca de huelgas y se trabaja tres turnos por día. Un total de 150 obreros fabrican el producto desde el principio al fin (fichas y tableros, todo se produce allí). Más del 90 % de lo producido va directamente a exportación. En Israel se vende, solamente, el excedente.
Los juegos se exportan a Norteamérica y Sudamérica, a Europa, Australia y Nueva Zelanda.
En todos los países donde se vende el Rumikube, se organizan torneos y el campeón local viaja al Campeonato Internacional de Rumikube a cargo de la Compañía. La primer competencia fue ganada por un participante de Japón y, la segunda, por un egipcio. Los daneses son considerados como los jugadores de Rumi más adictos del mundo.
Qué ocurre si se pierden piezas? Los distribuidores de cada país envían la ficha en forma gratuita, excepto los gastos de traslado.
Fte Cidipal