Itongadol/AJN.- El lunes 30 de junio, en el Auditorio de Nanotecnología de la Universidad de Bar Ilán, situada en Ramat Gan, la AMIA realizará un “acto de reconocimiento a personalidades de origen argentino que se han destacado en Israel con sus aportes en diferentes ámbitos”, en el marco de su 120º aniversario.
“Es excelente y muy emocionante la idea de festejar los 120 años de la AMIA, nuestra comunidad judía de la Argentina, cuyos hijos o nietos algún día estarán en Israel” porque “nuestro corazón está en la Argentina y el de la gente de la AMIA está en Israel”, de modo de “mezclar ambos, seguir adelante y dejar nuestra huella aquí”, aseguró León Amiras (foto), uno de los futuros galardonados y ex presidente de la Organización Latinoamericana, España y Portugal en ese país (OLEI), a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Al principio lo tomé como algo imposible de llevar adelante porque no imaginaba que la comunidad argentina en Israel iba a apoyarlo con una respuesta tan positiva, pero es increíble la cantidad de gente invitada y todos están muy entusiasmados”, agregó.
“Esto es importante porque en Israel hay cierta sensación de que la comunidad de Etiopía lleva adelante a sus oriundos y las de Irak o Irán tratan de que sus miembros lleguen a ser generales o diputados, pero la latinoamericana -y la argentina, en particular- no siempre ayuda a sus pares, y la AMIA está demostrando exactamente lo contrario”, destacó este abogado cordobés.
Amiras explicó que “se conformó una comisión con gente de la Argentina e Israel, de la Universidad de Bar Ilán, para elegir a un pequeño grupo de entre los miles de argentinos que se destacan en la vida israelí”.
Entre los galardonados estarán Manuel Trajtemberg, “uno de los economistas más renombrados de Israel”; el neurocirujano José Cohen, “una eminencia mundial que estuvo a cargo del tratamiento de Ariel Sharón” cuando sufrió su accidente cerebrovascular; Iosef Kaplan, “que recibió el Pras Israel, que vendría a ser como el premio Nobel de la Academia israelí”; Shlomo Idov y Pablo Rosemberg, “que cantan en hebreo y español y nunca dejaron de lado sus raíces”; la reconocida periodista Ilana Dayan; Gustavo Hakim, que trabaja en el Servicio Nuclear; y la escritora Gabriela Rotenberg-Avigur, “que hizo aliá a los 3-4 años y recibió premios en todo el mundo por sus novelas en hebreo”, contó quien será distinguido por su aporte a la absorción de la inmigración argentina.
“Creo que será la primera vez que estarán todos juntos sobre un mismo escenario y podrán conocerse el uno al otro”, resaltó.
“Tuvimos la suerte de haber nacido en una generación en la cual existe el Estado de Israel -si lo hubiésemos hecho en 1920 ó 1930, quizá no habríamos podido hacer aliá (emigrar a ese país)- y de haber venido a vivir aquí, echar raíces y demostrar que los 80.000 argentinos somos parte de este Estado, su economía, sus leyes, su política y su medicina, y eso es lo grandioso de la huella argentina en Israel”, enfatizó Amiras.
“Nadie nos prometió un jardín de rosas, pero muchos logramos crear uno propio para vivir y gozar de este mundo israelí, que realmente es un ejemplo”, añadió.
En líneas generales “casi no hay diferencia entre llegar como olé (inmigrante) hoy o hace 30 años porque se deja atrás un bagaje de culturas, idiomas, olores, familias y amores para llegar a un nuevo país” porque “no es fácil inmigrar”, admitió quien llegó a Israel en 1988, desde Córdoba.
Sin embargo, “la tecnología nos ha acercado un poco: hoy, los olim (inmigrantes) pueden saludar a sus padres por Skype, mientras que cuando hice aliá tenía que ir a una sucursal del Correo para hablar con mi familia, con un teléfono negro, y los empleados decían: ‘¡Mirá cómo llora este pobre inmigrante!’”, recordó.
“Pero eso no llegó a los vuelos y para visitar a la familia hay que volar unas 15-20 horas”, lamentó Amiras.