Itongadol/AJN.- Hoy a las 14.45, con el sonido de una estridente sirena, dio comienzo el acto central conmemorativo del 22 aniversario del atentado a la embajada del Estado de Israel en Argentina, en el lugar en donde se encontraba la representación diplomática, en Arroyo y Suipacha, en la ciudad de Buenos Aires.
Luego de leerse la nómina de las víctimas fatales, rendirse un minuto de silencio en su memoria y de colocarse ofrendas florales al pie de la pared donde están grabados sus nombres, se dirigió a los presentes Carlos Susevisch, padre de Graciela Susevich de Levinson z’l.
Susevich, luego de manifestar que luego de varios años volvía a hacer uso de la palabra en un acto conmemorativo, resaltó que siempre colaboró con los familiares de las víctimas y los sobrevivientes en la investigación de lo ocurrido y el reclamo por los derechos legales correspondientes, del “infame atentado contra la Embajada de Israel y sin dudas, contra la Argentina”. Además, resaltó que en los 22 años trascurridos sólo fueron atendidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y le agradeció que se haya aprobado por unanimidad la Ley de resarcimiento a Familiares de fallecidos y sobrevivientes.
Susevich afirmó “Hoy, precisamente hoy, cumplo 90 años. Pero debo confesarles que, para mí, lo que debería ser motivo de festejo, es un momento de gran frustración personal. A 22 años del atentado todavía no hay culpables, detenidos ni condenados. Y no me refiero sólo a los ejecutores del atentado… esos malditos emisarios de la intolerancia y la muerte. Hablo también de los nefastos ‘socios’ de la infancia, hablo de los encubridores. Me refiero a los protagonistas de entonces, de los 90: políticos, funcionarios, policías, servicios de inteligencia, funcionarios judiciales que, por convicción o desidia, terminaron cubriendo el atentado”.
“Desde aquel terrible 17 de marzo vengo luchando por el esclarecimiento para que se haga justicia verdadera y real. Lo hago con un querido grupo de amigos que me acompañan hace años”, agregó el familiar a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Al finalizar su discurso, Susevich tuvo palabras de agradecimiento con León Vaserman, quien fue el iniciador de convertir el predio siniestrado en un memorial para homenaje a las víctimas, a los abogados Rita Janá e Ignacio Irurzun, y a Lea Kovensky, Jorge Cohen, Gabriel Pitchon y Larry Levi “quienes con su apoyo hacen más llevadero el largo camino para llegar a la verdad”.
A continuación, el director general adjunto para América Latina y el Caribe de la cancillería israelí, Itzhak Shoham, expresó entre otros conceptos: “En esta esquina de Buenos Aires se respira una atmósfera trágica, impregnada del recuerdo de compañeros cuyas vidas fueron truncadas, sueños de personas que nunca cristalizarán, víctimas del terror asesino. Hoy recordamos nuevamente a las 29 víctimas cuyo nombre está inscripto en el muro, pero no hay espacio suficiente para detallar sus vidas, acciones y esperanzas. Los nombres incluyen a miembros de la embajada: israelíes y argentinos, así como de otros ciudadanos argentinos y extranjeros que el destino llevó a estar en este sitio en el momento del atentado que puso fin a sus vidas hace 22 años”.
“Dos años después, la ciudad de Buenos Aires fue conmovida por otra salvaje explosión, destruyendo el edificio de la AMIA, cobrando la vida de 85 personas y causando centenares de heridos. Nuevamente la soberanía argentina fue violada provocando muertos y heridos. Argentina e Israel se convirtieron en víctimas del terrorismo criminal que debe ser investigado y cuyos ejecutores directos e ideológicos deben comparecer ante la justicia. Lamentablemente, pese al tiempo transcurrido, en su mayoría continúan circulando libre e impunemente, incluso cuando ordenes de captura internacional han sido emitidas por Interpol. En la lucha contra el terrorismo es fundamental identificar sus orígenes y a los países que los sostienen, negándoles legitimidad y libertad de acción. Ante la pasividad internacional, Irán continúa sembrando terror en el mundo.” Shoham dio como ejemplo la captura de un barco que se dirigía a la Franja de Gaza y que transportaba misiles de largo alcance, con una gran cantidad de municiones destinados a Hamas, para atacar a Israel y que él mismo es un sobreviviente de un atentado que se frustró en febrero de 2012 en la ciudad de Bangkok.
En diálogo con AJN, expresó que “la investigación del atentado a la AMIA, conducida por un fiscal especial a lo largo del caso, demuestra fehacientemente que Irán y su brazo ejecutor, Hezbollah, fueron los responsables. Ante la pasividad internacional aún hoy Irán continúa sembrando destrucción y terror en el mundo”.
“La lucha contra el terrorismo debe ser como un acuerdo y cooperación de la comunidad internacional libre y democrática. Gobiernos, parlamentos, tribunales, la opinión pública, deben unirse en esa batalla. Nuestra obligación moral y nacional, así como nuestra responsabilidad por las víctimas y familiares, nos obliga a actuar a fin de completar las investigaciones y llevar a los culpables ante la justicia. Es nuestra deuda”, concluyó.
Por su parte, la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit, manifestó que “22 son las letras del alfabeto hebreo. La totalidad de las palabras pronunciadas y las que podrían ser creadas son posibles a partir de ellas. Esos 22 signos simbolizan un universo completo de pensamientos y enunciaciones. Hace 22 años, en este mismo lugar, la realidad tomó un nuevo formato, un cruel atentado arrojó a decenas de personas a la ausencia permanente de sus seres queridos que fallecieron y que hoy no pueden ser parte de sus vidas; provocó una importante cantidad de heridos, dejó al Estado de Israel sin su sede diplomática; imprimió en la ciudadanía argentina una imagen de cómo se conduce el terrorismo internacional que hasta ese entonces desconocía y permitió observar cómo el terrorismo dejó su marca en el escenario urbano”.
“El terror impregna de dolor y muerte aquellos lugares donde deja su huella. Como representante del Estado de Israel debo decirles que nuestro pueblo ha hecho de la memoria un ejercicio cotidiano. La recordación es el único elemento que supera la muerte. La memoria es una herramienta esencial para la construcción de una realidad positiva, con la capacidad de pensarse a sí misma y así transformarse en un ejemplo de acción para las generaciones futuras”, enfatizó la embajadora.
Luego se refirió a que fueron tres los ejes que convocaron al acto: la memoria de lo ocurrido, la batalla contra el terrorismo internacional como política central del gobierno israelí y la necesidad de justicia.
“Estamos hoy aquí presentes para tomar conciencia de que toda forma de terrorismo debe ser rechazada porque el terrorismo mata. Estamos hoy aquí presentes en nombre de los ausentes y para expresar que el Estado de Israel desea honrar la memoria de las víctimas. Todos pudimos haber estado aquí; todos somos testigos delo que aquí sucedió; todos tenemos la responsabilidad de recordar y proclamar el total rechazo al terrorismo internacional mancomunándonos con la sociedad y el Estado argentino en el pedido de justicia. Es por ello que el concepto que hemos elegido este año para conmemorar este aniversario es ‘Acá había vida’. Quisiera terminar con las 22 letras del alfabeto hebreo. Cómo una consigna del destino estos 22 años nos permiten tomar conciencia de que existe un universo de posibilidades para conformar un nuevo discurso, las bases legítimas para formar nuestra conciencia colectiva: la palabra memoria, el concepto de lucha contra el terror y sin duda, también, la palabra justicia, porque el terrorismo mata y porque fundamentalmente acá había vida.”
Asimismo, en diálogo con AJN expresó: “Organizaciones como Hezbollah se han llevado a la práctica gracias a Estados que financian al terrorismo, como Irán. Cabe mencionar la lucha cotidiana que lleva adelante a mi país. Solamente en los últimos dos años se produjeron una veintena de intentos de atentados a blancos israelíes en todo el mundo. Muchos de ellos han logrados ser desactivados aunque, lamentablemente, otros no. Ante estos hechos el Estado de Israel se ha pronunciado y seguirá alzando su voz”.
El acto finalizó con la entonación del Himno Nacional de Argentina y el Hatikva, el himno israelí.
Entre los presentes, en compañía a los familiares de las víctimas, los sobrevivientes y los miembros de la representación diplomática israelí, se encontraban Julio Alak, ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina; Eduardo Zuaín, vicecanciller argentino; Ernesto Sanz, presidente de la UCR y senador nacional; Hermes Binner, diputado nacional del socialismo; Jorge Telerman, residente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires; Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad; Julio Schlosser, presidente de la DAIA; Thomás Saieg, vicepresidente 1º en ejercicio de la presidencia de la AMIA; autoridades comunitarias de todas las instituciones judías y familiares de víctimas del atentado.
Si bien ayer se cumplieron los 22 años del ataque, el acto se efectuó hoy debido a que la jornada de ayer coincidía con la festividad de Shushán Purim, una de las más alegres del calendario judío.
Como es tradicional, el acto central comenzó con el sonido de una sirena a las 14.45, a la misma hora en que se produjo el atentado, y la lectura de los nombres de los 22 muertos identificados.