Inicio NOTICIAS Opinión. La Shoá explicada a nuestros hijos de cinco años

Opinión. La Shoá explicada a nuestros hijos de cinco años

Por
0 Comentarios

Itongadol/AJN.- El ministro de Educación, Shay Piron (foto), fue a un viaje por los campos de la muerte nazis en Polonia para conmemorar el 25º aniversario del inicio de las excursiones organizadas de estudiantes secundarios por estos campos. Mientras estaba allí, el Ministerio de Educación reveló el plan de Piron de promover un nuevo programa educativo que obligaría a que se enseñe el Holocausto desde el preescolar hasta la secundaria.
Esto es necesario por la realidad, ya que un estudio entre profesores y estudiantes de séptimo a duodécimo grados que fue publicado en el 2010 encontró que muchos docentes desean capacitarse sobre cómo enseñar el Holocausto, que actualmente se imparte en forma organizada sólo en las clases de historia de undécimo y duodécimo grados (Yarden Skop, Haaretz, 25 de octubre). El Informe del Contralor del Estado de 2009 también concluyó que “la educación sobre el Holocausto en las escuelas secundarias comenzó sin que el ministerio determinara sus metas educativas, sin un plan de estudios definido y sin libros de texto”.
Sin embargo, más que unos pocos investigadores han puesto en duda la necesidad de exponer a niños pequeños a un acontecimiento terrible como el Holocausto, así como su capacidad para lidiar con la carga emocional que ello les impondría. Es suficiente con que esos niños estén expuestos a este problema durante el año y especialmente en torno al Día de Conmemoración del Holocausto, cuando suena la sirena, no hay justificación para imponerles una carga adicional. Tampoco deja de ser razonable esperar que el Ministerio de Educación proteja a los niños de jardín y evite que sean expuestos a lo que, en cualquier caso, van a aprender después, cuando lleguen a la edad apropiada.
Es tanto posible como necesario enseñarles el Holocausto para alumnos mayores, mientras se enfatizan los valores universales, humanistas y sionistas. Pero exponer a niños pequeños a la enseñanza del Holocausto – que luego continúa con innumerables ceremonias, sirenas y viajes organizados a los campos de la muerte- es un paso peligroso: es pasible de generarles un complejo de víctimas e imbuirles la sensación de que están eternamente en peligro de aniquilación.
Hoy en día, el Holocausto sirve como un punto de referencia clave para muchos políticos -en primer lugar, el primer ministro Benjamín Netanyahu- y es asociado casi a diario con la situación diplomática de Israel. De los discursos de Netanyahu en foros internacionales con facilidad podría concluirse que es 1938 eternamente y que Israel siempre está en peligro de destrucción.
El Holocausto es el acontecimiento más terrible de la historia humana, pero no tiene conexión con la situación de seguridad de Israel de hoy. Debemos recordar y honrar a sus víctimas, pero no debemos hacer que nuestros hijos se embeban de su leche. Todo niño israelí tiene derecho a una vida libre de traumas colectivos y a lidiar con esos traumas solo una vez que esté listo para hacerlo.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más