Itongadol.- El Vaticano y la ciudad de Roma prohibieron dar sepultura en su territorio al criminal de guerra nazi Erich Priebke, quien falleció el último viernes a los 100 años de edad. Priebke había expresado meses atrás a su abogado y apoderado que “el Holocausto fue una producción de Hollywod de la cual los judíos son los responsables”, y sostuvo además que “la mayoría de los judíos son ricos y se ven así mismos como seres superiores del resto de los humanos”.
El hijo de Priebke, Jorge, expresó su indignación frente a la negativa de Italia y Argentina de no permitir el entierro del asesino nazi en sus respectivos territorios. “¿Dónde lo enterraremos? Por mí lo pueden enterrar en Israel. Así ellos estarán satisfechos”, expresó el familiar en diálogo con la agencia de noticias italiana. “No es justo. Siempre se meten con las personas por cosas que pasaron en una guerra hace más de 60 años”, indicó.
Por su parte, Efraim Zuroff dijo a la misma agencia que el hijo de el criminal de guerra nazi es un "ignorante nazi racista". “Se trata del tipo de antisemitismo que ayudó a crear el contexto en el que floreció el Partido Nazi".
Priebke es un ex oficial de las SS, que fue condenado en Italia en 1996, fue jefe de la Gestapo en Roma y fue condenado por su participación en la masacre de las Fosas Ardiatinas que se encontraban en Roma en 1944, las mismas se situaban a 14 kilómetros al sur de esa ciudad, el 24 de marzo de 1944, en la cual las tropas nazis fusilaron con tiros en la nuca a 335 italianos, en su mayoría presos políticos, más 75 judíos que iban a ser deportados a campos de exterminio, como represalia por la muerte de 31 soldados alemanes y dos civiles locales en un atentado cometido el día anterior por los partisanos.
Los últimos años de su vida Priebke vivió en Italia, donde fue deportado desde Argentina. Su abogado pidió de enterrarlo en el país sudamericano junto con la difunta esposa del criminal nazi. Cabe destacar, que Priebke vivió en el país desde finalizada la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la autoridades argentinas rechazaron el pedido del apoderado del criminal de guerra.