Itongadol.- Mensaje del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, con motivo del Año Nuevo Judío:
Rosh Hashaná para todos. Les deseo que Adonai (D’s) les conceda un año de gracia, un año nuevo desde adentro. Ayer celebré una misa en la cual los curas tenemos que decir “nuestro padre Abraham”. Una cosa es decirlo y orarlo para los que conocemos la Biblia, las oraciones suelen ser a veces rutinarias, pero a mí me vino a la mente una poesía. Esta tarde rezando por ustedes, me ayudaron a rezar mucho y a meterme también en este caminito espiritual que ustedes van a terminar en Iom Kippur, el día del perdón.
También yo necesito reconocer al otro. Este poeta es Francisco Luis Fernández, que dice: "Al fin y al cabo comprendí que árbol tiene de florido lo tiene de sepultado”. Descubrí las raíces de mi padre Abraham. Y realmente cuando rezábamos las oraciones, la oración del shemá, los cantos, entró en mi corazón también el deseo profundo que nos pide el Papa Francisco: de una cultura del encuentro, una filosofía del encuentro.
Yo tengo un deseo para ustedes, ya que los ha convocado este recuerdo hermoso que compartimos todos los hombres porque la humanidad es una. Compartimos la bellísima creación de Dios, que la pensó e hizo para cada uno de nosotros, desde el primer Adán hasta el último, y lo puso en nuestras manos. ¡Qué confianza nos ha tenido este buen Dios para compartir la creación! El deseo que tengo es que en este tiempito que nos separan de Iom Kippur, y que es un camino de purificación y de encuentro con el otro, que ustedes y yo nos dejemos tocar por eso que dicen los salmos: por la ternura y misericordia de nuestro buen Dios, que tiene el deseo de purificar nuestros pecados y dejar nuestra alma blanca como la nieve.
Todos tenemos derecho a ser mejores personas, no podemos renunciar a esto. Este caminito interior, de delicadezas interiores, nos pone esta nueva oportunidad, este buen Dios de oportunidades que siempre apuesta a que podamos cambiar y Él nos ayuda en el camino.
Les deseo un feliz año nuevo, buena ventura para todos. Y que nos encuentre en paz para poder trabajar por ella, para poder hablar un lenguaje nuevo de la paz, para construir esta bendita cultura del encuentro, la cual el Papa Francisco ha instalado en su léxico y, conociéndolo, sabemos que es realmente auténtico. Él es un hombre de paz y tiene una autoridad moral para convocar a una jornada mundial de paz y oración.
Me uno a ustedes en esta fiesta y que nuestro buen Dios nos bendiga a todos, especialmente a ustedes en este día.
*Mensaje del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, en ocasión de la celebración de Rosh Hashaná en la sinagoga de la Fundación Judaica la noche del miércoles.