Jerusalem Post.-
«Klezmer es una interpretación del arte y la vida basado en el folklore judío y en una diversidad de géneros musicales», definió Fiora Friedman.
El músico es el director artístico de la semana «Clarinete y Klezmer en Galilea», un evento de siete días que incluye clases magistrales dictadas por grandes maestros y varias presentaciones.
«Al revés que la religión, la música es una fuerza natural que une a la gente. La religión no sobreviviría sin la música pero ésta sin la religión sí podría. Cantar y bailar son necesidades básicas, como el agua y la comida. Para expresar esta fuerza natural es necesario un instrumento como el clarinete», precisó Friedman.
Friedman es famoso por su virtuosidad técnica y por su intensidad emocional. Muchas veces se dijo que si la música klezmer es el alma del Yiddish, Fiora es el alma del klezmer. «Yo soy responsable del revival, son un canal de conexión», sostuvo el músico.
Nacido en Buenos Aires, Friedman tocó en el Teatro Colón a los 18. Dos años después, el maestro Paul Kletzki lo invitó a unirse a la Filarmónica de Israel, donde tocó por 20 años. Además, fue parte de la banda sonora de la película «La lista de Schindler».
Su agenda incluye más de 100 conciertos anuales por el mundo, incluyendo festivales y apariciones televisivas, pero su hogar es Israel. «Esperé dos mil años para venir a Israel, toda mi familia está aquí».
Fuente: Jerusalem Post
Traducción: Leila Mesyngier
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