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Itongadol.- Los iraníes se dirigen a las urnas para votar en las elecciones presidenciales hoy con el campo reformista unido detrás de un candidato, Hassan Rohani, y los más intransigentes están divididos en varias partes.
Es poco probable que los resultados cambien significativamente la política de Teherán, ya que el líder supremo Ali Khamenei es quien tiene la autoridad máxima. Éste emitió su voto en televisión en vivo hoy a la mañana y pidió a los votantes que participen de las elecciones presidenciales. "Nuestra querida nación debería venir a votar con emoción y vivacidad, y sabe que el destino del país está en sus manos y la felicidad de la nación depende de ellos", dijo.
Khamenei también desestimó los dichos de Occidente sobre la credibilidad de la votación. "Escuché recientemente que alguien del Consejo de Seguridad Nacional de la ONU dijo que no acepta las elecciones de Irán. No nos importa un comino", destacó. También se aseguró de que ningún candidato que desafiase sus visiones se presente en los comicios.
Los candidatos intransigentes con mejores oportunidades son Sabed Jalili, jefe negociador nuclear de Irán – quien algunos consideran como el más cercano a Khamenei, ideológicamente; Mohammad Baqer Qalibaf, alcalde de Teherán, ex militar y comandante policial – quien podría atraer votantes en la capital donde los residentes respetan a un administrador que no ha intentado hacer incursiones poco populares a las vidas privadas de la gente; y el diplomático veterano Ali Akbar Velayati – quien es muy cercano al líder supremo, pero, probablemente, tiene pocas posibilidades de ganar.
El profesor Meir Litvak del departamento de historia de Medio Oriente y director del Centro de Alianza de Estudios Iraníes en la Universidad de Tel Aviv dijo al medio israelí The Jerusalem Post que no cree que la elección no tenga sentido, incluso si no es democrática. "Si hay una poca participación será un golpe para el prestigio del régimen, por lo tanto están aumentando sus esfuerzos de que la gente vote", dijo.
"Las críticas a las que estuvo sujeto Jalili durante los debates de televisión no tuvieron precedentes y podrían ser indirectamente aplicados a Khamenei. Esto muestra que los candidatos están profundamente preocupados por el impacto de las sanciones", agregó.