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Vaad Hakehilot. El presidente de la AMIA admitió que hay diferencias con el Gobierno

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El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, admitió que existen diferencias entre la comunidad judía argentina y el Gobierno nacional, las que se acentuaron a partir de la confirmación del acuerdo que la Argentina firmó con Irán en relación a la causa AMIA.
En el encuentro nacional del Vaad Hakehilot (Comunidades Judías del Interior), que reunió a más de 30 líderes judíos de la Argentina, Borger afirmó que se vive “un momento de transición del convenio con Irán”, que recientemente fue confirmado por el Congreso Nacional y que espera ser ratificado por el Parlamento iraní.
En este sentido, el dirigente recordó lo ocurrido en 2010, en la Cena Anual de la AMIA, reunión que, según su opinión, marca el estado de la relación de la comunidad judía con el Gobierno.
Justamente en la edición de 2010 de la Cena Anual que se realiza para recaudar fondos para la Red de Empleo de la AMIA se destacó la participación de la presidenta Cristina Kirchner.
“En el marco del Bicentenario, la Presidenta estuvo invitada y compartió con nosotros, en forma muy grata, ese momento y esto no significa que somos o éramos muy amigos del Gobierno”, dijo Borger en un discurso con tono de despedida dado ante los dirigentes judíos.
En este sentido, el titular de la institución comunitaria garantizó que la AMIA “siempre respetó al Gobierno de turno” y resaltó el trabajo realizado en conjunto con el Ministerio de Trabajo a favor de la Red de Empleo, la más importante que funciona en la Argentina.
“Por eso, la primera mandataria accedió amablemente a participar y fue un encuentro grato y un discurso, que por lo menos en ese momento, fue enriquecedor”, indicó el dirigente, quien recordó que Cristina Kirchner fue “la primera en llegar y la última en irse”.
“La cosa cambió totalmente a partir de la cena pasada porque de un día para otro nos bajaron el pulgar y no fue nadie. Había invitados unos treinta funcionarios, no vino absolutamente nadie y nos enteramos ese mismo día. Sí tuvimos gente del Gobierno de la ciudad (de Buenos Aires) y de la provincia (de Buenos Aires). Estuvo (Daniel) Scioli que vino a la recepción y se fue. El jefe de Gobierno (Mauricio Macri) estuvo toda la noche”, comentó Borger.
Para el presidente de la AMIA, el cambio de actitud de la administración nacional “es parte de la política”.
En este marco, Borger confirmó que la próxima Cena Anual de la AMIA se realizará el próximo 10 de octubre, en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, y se estima una asistencia de mil personas.
En una suerte de despedida ante los dirigentes del Vaad Hakehilot, el presidente de la AMIA expresó: “No sé si ponerme triste o alegre porque ya en su oportunidad me despedí e hice placas para toda comisión y las tuve que guardar para volver a usarlas ahora. Creo que esta vez es una despedida más enserio pese a que aún no hay una comisión formada”.
Borger confirmó que está mediando entre las distintas agrupaciones que participaron en las elecciones del 7 de abril para conformar una lista de unidad a fin de que surja “una comisión directiva en la que estén integrados todos los factores”.
“Obviamente que voy a transmitir a quien me suceda toda esta gran predisposición que debe tener cualquier presidente de AMIA”, aseguró el dirigente.
Asimismo, Borger se comprometió a “acompañar y sugerir” al nuevo presidente de la institución comunitaria “en todo lo que haga falta”.
“Les agradezco a todos y en lo personal me involucre en todo lo que es AMIA porque estar en AMIA no es venir y sacarse la foto. Tuve jornadas durante estos cinco años de 15 a 16 horas, viernes, domingo, en el interior, en el exterior”, comentó el dirigente.
Borger destacó los esfuerzos que hizo para “no hablar desde la ignorancia” porque –según su consideración- “muchas veces la política y la comunidad hablan y mandan mensaje que no le hacen bien a nadie y hablan desde la ignorancia”.
“El saber no se logra imponiendo reglas sino involucrándose en el trabajo, en las comunidades, replicando las necesidades, transmitiendo lo poco o lo mucho del aprendizaje que vamos teniendo de cada uno de ustedes y de los profesionales. Todo esto hay que transmitírselo a las comunidades para que se conviertan en una mesa operativa y dinámica. Siempre incluyéndonos a todos”, aseveró el titular de la institución comunitaria.
Frente a todos los dirigentes, Borger subrayó que “esta mesa y estar involucrado con las kehilot son la verdadera comunidad judía argentina”.
El encuentro nacional del Vaad Hakehilot se desarrolló en la Sala de Sesiones de la AMIA entre el 25 y 26 de abril pasado y la apertura estuvo a cargo de la reunión estuvo a cargo de la directora del Vaad Hakehilot, Ana Weinstein.

Comunidades del interior agradecieron la gestión de Borger
Las comunidades judías del interior de la Argentina transmitieron a su vez su agradecimiento a Guillermo Borger por la tarea realizada durante los cinco años de gestión al frente de la institución comunitaria.
Así lo expresó Fabián Glembotsky, representante de la Comunidad Israelita de Santa Fe, quien resaltó que durante la gestión de Borger se sintieron respaldados desde la AMIA
“Particularmente en Santa Fe, sobre todo en el momento que te invitamos, recorriendo distintos lugares, nos abriste un montón de puertas y logramos un montón de cosas”, agregó el dirigente comunitario.
Glembotsky relativizó la condición y la agrupación a la que pertenezca el próximo presidente de la AMIA, pero manifestó su deseo de que la futura comisión directiva de la institución comunitaria “tenga en cuenta y apoye todas las iniciativas del interior”. “Sobre todo que sigamos manteniendo la línea de trabajo que tenemos hasta ahora más allá del reglamento y del título que podamos ponerle”, agregó.
“La función de cada uno de nosotros es construir y alargar la vida judía en el interior del país que es mucho más difícil que en la Capital, porque hoy en la Capital, más allá de los problemas de cada institución es más fácil hacerse socio e involucrarse en cualquier actividad que haya. En el interior a veces es la única opción y a veces no hay opción”, expresó.
Glembotsky señaló que “cada vez hay menos opciones” y consideró que la AMIA es “responsable, si se quiere que haya vida judía en el interior el país y quiero comprometer a la AMIA en ese sentido”. “Por eso es la propuesta de que las comunidades grandes comiencen a hacerse cargo de las comunidades más chicas y lo mismo desde la AMIA como gran comunidad de la argentina”, concluyó el dirigente santafesino.

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