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Ha habido un “número alarmante de ataques contra objetivos judíos” en el último año, según un informe dado a conocer por el Ministerio de Diplomacia Pública y Asuntos de la Diáspora de Israel ayer.
En informe sobre antisemitismo del 2012, el cual fue presentado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por el ministro Yuli Edelstein durante el encuentro del gabinete de ayer, indicó que la confluencia de movimientos políticos de la extrema derecha y el radicalismo islamista han sido responsables de la nueva ola del sentimiento antijudío en Europa.
La publicación del reporte coincidió con la conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto ayer.
Basado en datos recolectados por el Centro Kantor para el Estudio del Judaísmo Europeo Contemporáneo en la Universidad de Tel Aviv, Edelstein destacó que “la conclusión principal que emerge del documento es que, en comparación con el 2011, hubo un aumento de los incidentes violentos contra judíos en todo el mundo”.
Mientras que el surgimiento de incidentes antisemitas está conectado con la incitación contra Israel, el informe admitió que no había una correlación directa entre ninguna acción o política específica tomada por el Estado de Israel y el aumento de la violencia.
El informe destacó que “contrario a las expectativas”, el nivel de incidentes antisemitas no se elevó hasta después de la Operación Pilar de Defensa en Gaza del año pasado, como ocurrió después de la incursión Plomo Fundido en el 2009.
Edelstein también destacó que “un análisis preliminar de tendencias” indicó que la política israelí “no constituye el incentivo inicial de acciones antisemitas contra judíos”. La deslegitimización de Israel juega un rol en la incitación de la actividad antijudía, dijo, pero “las políticas de Israel no afectan ni reducen esos efectos de odio racial contra los judíos”.
El peor aumento de antisemitismo se vio en Europa Occidental, según el reporte, el cual nombró un número de incidentes en Francia y Alemania, incluyendo la explosión de una verdulería en Sarcelles, Francia, y el asesinato de cuatro judíos en el colegio religioso Otsar HaTorah en Toulouse.