Este Tribunal había ordenado el pasado 30 de junio modificar el trazado en una treintena de kilómetros al norte de Jerusalén, visto el perjuicio causado a unos 35.000 palestinos por el trazado inicial. Además, ordenó «acelerar los trabajos de construcción del muro al sur de Jerusalén».
Presentado por Israel como un ‘muro antiterrorista’ destinado a luchar contra la infiltración de kamikazes palestinos en su territorio, los palestinos lo califican de ‘muro del apartheid’, ya que se inserta profundamente en la Cisjordania ocupada y convierte en problemática la creación de un Estado palestino.
El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), principal órgano judicial de Naciones Unidas, reclamó el pasado 9 de julio el desmantelamiento total del muro. Por su parte, la Asamblea General de la ONU votó el 20 de julio, con una mayoría aplastante, una resolución exigiendo que Israel respete la decisión del TIJ, resolución rechazada por el Gobierno israelí.