«Mi enfermedad y la profesión musical no son cosas compatible», reveló la pianista judía-rusa, que se encontró por primera vez con este desorden neurológico a los 20 años.
«Era muy chica y no era conciente de lo difícil y peligroso que podía ser, yo solo quería volver a mi vida normal», relató del momento en que descubrió su enfermedad. Pero, por suerte, no le impidió seguir tocando el piano.
Bobrovnikova no se olvida las palabras del doctor: «Viví tu vida y disfrutá tu música». A partir de entonces, grabó cinco discos y recorrió Europa con sus presentaciones y homenajes a Mozart, Schubert y la ópera y el ballet rusos.
15 años después del primer ataque, la pianista tuvo el segundo, y fue en ese entonces cuando le diagnosticaron la esclerosis múltiple. «Cambió mi vida por completo».
Ahora, Olga practica más y cree que mejoró su forma de tocar. Su optimismo alienta: «Hay esperanza de encontrar una cura. Creo que la mejor manera de sobrellevarlo es sonriendo y amando».
Traducción: Leila Mesyngier
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