Cuán lejos estamos de aquél octubre de 1988. En el que el primer ministro Bejamin Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina Yassir Arafat se daban un apretón de manos al tiempo que intercambiaban sonrisas.
Junto con el presidente norteamericano Bill Clinton firmaron un convenio para promover la paz entre Israel y los palestinos. El mismo fue denominado el Acuerdo de Wye, y fue diseñado para regular la ejecución de la segunda fase de los Acuerdos de Oslo.
En días en los que también se recuerda el asesinato de Rabin, el hombre que inició el proceso de Oslo, las negociaciones con los palestinos no existen y parte de los artículos del Acuerdo entre Netanyahu y Arafat, que fueron firmados 14 años atrás, no fueron realizados o directamente fueron cancelados por diversas razones.
En el acuerdo de Wye Israel aceptó una retirada gradual del 13 por ciento de Cisjordania, a cambio de que los palestinos adopten medidas como el aumento en la lucha contra el terrorismo, mayor cooperación en seguridad y practique la detención de terroristas.
El camino para el acuerdo y el apretón de manos entre Netanyahu y Arafat no fue fácil. Unos días antes de la firma del acuerdo, los israelíes anunciaron a la secretaria de Estado de los EEUU, Madeleine Albright, que si no lograba convencer a los palestinos de renunciar a los principales problemas- cambio de la Carta Palestina y tratado de extradición, no habría acuerdo y empacarían sus valijas.
En las secciones relacionadas a la seguridad en el acuerdo provisional, los palestinos acordaron tomar todas las medidas necesarias para prevenir actividades terroristas, delincuencia y hostilidades contra Israel, contra las personas y los bienes que están bajo autoridad israelí- al igual que la parte israelí acordó tomar todas las medidas necesarias para evitar actividades terroristas, delincuencia hostilidades contra los palestinos.
Los palestinos acordaron prohibir a las organizaciones terroristas y luchar contra éstos. Ambas partes acordaron renovar de inmediato y de forma acelerada, las negociaciones para el estatuto permanente, y realizar un esfuerzo para conseguir el objetivo de alcanzar un acuerdo el 4 de mayo de 1999. Las negociaciones, según el acuerdo, debió haber sido continúo y sin pausas. Las partes acordaron en ese entonces, la construcción de un aeropuerto y un puerto marítimo en Gaza. También acordaron una ruta segura que conecte Cisjordania con la franja de Gaza.
El ministro de Relaciones Exteriores de ese entonces, Ariel Sharon, dijo en una entrevista para el diario israelí, Yediot Ajaronot, luego de la firma del acuerdo que su opinión sobre Arafat no había cambiado. “El proceso de paz es casi tan duro como una guerra, pero decidimos, a pesar del dolor, hacer todos los esfuerzos para alcanzar la paz, al tiempo que buscamos garantías de paz y seguridad para el Estado de Israel y sus habitantes”, dijo.
Netanyahu fue criticado desde su movimiento, el Likud. El ex primer ministro, Itzjak Shamir, escribió, entre otras cosas, en un artículo llamado “Primeras impresiones”, criticó a Netanyahu por no liberar a Jonathan Pollard-que en ese momento llevaba 12 años encarcelado- y conseguir homenaje de Clinton. En ese entonces Pollard dijo: “Israel me abandonó otra vez. Quiero volver a casa. ¿Qué clase de aliado son los Estados Unidos si Clinton no confía en la palabra de Netanyahu? Y Netanayhu, él me engañó a mí y al Estado de Israel. Si él inició un proceso para mi liberación debe terminarlo”.
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