He transmitido estas noticias a todas las partes pertinentes en la Argentina, incluyendo el Gobierno nacional, gobernadores, intendentes, miembros del Congreso, jueces y otras autoridades y descubrí que no existe una sola prueba que justifique estas acusaciones, ya que todas ellas son meras conjeturas (percepciones).
En toda las reuniones que mantuve, dejé en claro que el Líbano es un país amigo de la Argentina, a la cual lo unen lazos históricos muy fuertes. La Argentina cuenta con miles de ciudadanos de origen libanés, que han participado activamente para procurar la paz, la unidad y la estabilidad de la Argentina.
Todas las partes concernientes son conscientes de que el Líbano no vaciló en extender el apoyo necesario al sistema judicial argentino para aclarar los hechos.
Sin duda, Israel es enemigo de Hezbollah, dado que éste constituye la principal resistencia a su ocupación y lo obligó a retirarse de la mayor parte del territorio ocupado, en el año 2000. Hezbollah continúa en la resistencia contra el resto de la ocupación israelí en las Granjas Chebas. Es evidente, en consecuencia, que Israel tiene un interés especial en mostrar a este partido como un grupo terrorista a fin de que la opinión pública olvide que se trata de una fuerza de ocupación (la israelí) en un país que es miembro fundador de las Naciones Unidas.
Hezbollah no figura en la lista de organizaciones terroristas de las Naciones Unidas y tampoco en la de la Comunidad Europea.
Las acusaciones generales repetidas en la prensa tienen una motivación política y no sirven a la justicia. El Líbano condena toda forma de terrorismo y desea muy sinceramente que aparezca la verdad detrás de estas dos explosiones y que así se cierren las heridas de todos los que sufren.
Hicham Hamdan. Embajador del Líbano.
Fte Clarin