(REUTERS) La petición es del Movimiento por la Calidad del Gobierno. Con la decisión tomada por Mazuz, Sharon queda con las manos libres para llevar adelante su plan de retirada de Gaza con el apoyo del gobierno de coalición, ahora debilitado por las deserciones de los ministros de la ultraderecha.
Sin embargo, si el caso hubiera seguido adelante, Sharon habría tenido que dejar su puesto de primer ministro y, por tanto, su plan de retirada de Gaza no se hubiera llevado a cabo.
No obstante, fuentes judiciales han asegurado que el Tribunal Supremo no tiene ninguna intención de intervenir.
‘El caso de la isla griega’
Sharon era sospechoso de haber intervenido en 1999, cuando era ministro de Exteriores, ante las autoridades griegas a favor de David Appel, un hombre de negocios que es además miembro del comité central del partido Likud, interesado en comprar una isla en el mar Egeo con el fin de convertirla en un emporio turístico.
Mazuz ha informado de que tampoco existen pruebas para imputar al hijo de Sharon, en contra de la recomendación de la Fiscalía.
Según investigaciones de la policía y de la fiscalía, los planes inmobiliarios del empresario David Appel contaron con el apoyo no sólo de Sharon, sino también del entonces alcalde de Jerusalén, Ehud Olmert, y a cambio se comprometió a financiar la carrera política de ambos, incluidas las elecciones internas dentro del Likud, las elecciones generales y de primer ministro.
David Appel, según la investigación, pagó los servicios de Sharon a través de su hijo Guilad, a quien contrató como asesor urbanístico a cambio de un abultado sueldo, de varios miles de dólares, una parte de los cuales se habría destinado a pagar los déficit provocados por la finca familiar de los Sharon, el Rancho Sicomoro, en el desierto del Neguev (sur de Israel).
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