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Las autoridades de inmigración detuvieron esta mañana a docenas de inmigrantes ilegales africanos para su deportación en Eilat y otras ciudades del sudeste.
La operación, llevada a cabo por la Unidad Oz de la Autoridad de Población e Inmigración, se hizo un día después de que las autoridades arrestaran a 25 inmigrantes en Eilat, dentro de los cuales se encontraban ocho personas de Sudán del Sur.
A pesar de que todavía no se han dado a conocer las cifras sobre la cantidad de arrestos que se han hecho, sudaneses del sur de Eilat y el sur de Tel Aviv le dijeron al medio israelí The Jerusalem Post que sabían que hubo una gran cantidad de detenidos hoy. Los ciudadanos africanos de ambas ciudades dijeron que los miembros de la comunidad se estaban quedando en sus hogares para evitar ser capturados.
Orit Marom de la Organización de Asistencia para Refugiados y Buscadores de Asilo de Israel (ASSAF por sus silgas en inglés) dijo que las detenciones eran una “vergüenza”.
“Se llevaron a los niños que se estaban preparando para ir al colegio esta mañana. Es despreciable. ¿Cómo esperan que estas personas entreguen pedidos individuales para quedarse en el país, porque el Estado se los pidió, mientras están bajo custodia?”, dijo.
La Corte del Distrito de Jerusalem rechazó el jueves un pedido de grupos de derechos humanos para prohibir la expulsión de ciudadanos sudaneses, que supuestamente tenían una semana para dejar el país voluntariamente antes de que las autoridades de Israel los arresten.
El Departamento de Inmigración dijo que a pesar de que todavía no había pasado este lapso de tiempo, se les permitía comenzar a arrestar a los inmigrantes ilegales. El ministro del interior de Israel, Eli Yishai, elogio el jueves la decisión de la corte y dijo que era “el primer paso en la expulsión de todos los infiltrados”.
Horas después de que se anunciaran los arrestos del domingo, cientos de inmigrantes africanos, la mayoría de ellos de Darfur y otros lugares de Sudán, marcharon en Tel Aviv contra los que los organizadores catalogaron como racismo y maltrato de los buscadores de asilo y refugiados de Israel.