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Más de 60 mil judíos ultraortodoxos participaron en un encuentro realizado en Nueva York, convocado para tratar sobre los peligros de Internet y cómo utilizar la tecnología moderna de una manera religiosa y responsable.
El acto central se realizó en el estadio Citi Field, donde habitualmente juegan los Mets de Nueva York por la liga de béisbol y en el que se congregaron más de 40 mil personas. Pero la reunión captó tanto interés que los realizadores tuvieron que alquilar el cercano estadio Arthur Ashe para la multitud.
Las mujeres no asistieron al encuentro aunque si lo pudieron seguir porque fue transmitido en vivo a escuelas y salones de los barrios ultraortodoxos.
De acuerdo a lo informado por las agencias internacionales, Eytan Kobre, un abogado que hizo de vocero de los organizadores del acto, explicó que el propósito de la reunión, realizada el domingo pasado, no fue para prohibir la Internet, sino para aprender a aprovecharla.
"Internet nos plantea un desafío en varios aspectos de nuestras vidas", dijo Kobre, quien mencionó la pornografía online y los juegos de azar, así como el riesgo de las redes sociales que socavan "nuestra capacidad para orar sin interrupción, para enfocar y concentrarse".
El abogado comentó que si bien hubo resultados importantes en los procesos para desalentar el uso de la televisión, aclaró que muchos judíos ultraortodoxos utilizan el servicio de Internet, ya sea en las computadoras o teléfonos inteligentes.
Por su parte, Shlomo Cohen, de Toronto, dijo a The New York Times que utiliza Internet para compras, negocios y estar en contacto con amigos, pero que "los deseos están ahí fuera". "Tenemos que aprender a controlarnos a nosotros mismos", añadió Cohen.
La manifestación fue organizada por un grupo rabínico llamado Ichud Hakehillos Letohar Hamachane, lo que significa Unión de Comunidades para la pureza del campamento. Este grupo rechaza muchos aspectos de la vida moderna. Las mujeres se visten con modestia y usan pelucas después del matrimonio, mientras que los hombres llevan sombreros negros y largas barbas. Los niños son educados en las escuelas judías, y el idish es la primera lengua para muchos.
El rabino Gershon Tannenbaum destacó el éxito de la convocatoria y comentó que “se corrió la voz entre las sinagogas y en los periódicos como el Jewish Press, y a través de Internet, dándole un uso positivo de esta herramienta de gran alcance".
Tannenbaum, quien estuvo en el Citi Field, indicó que los realizadores del acto comentaron que “la Internet puede destruir familias, con los juegos de azar, la pornografía y otras adicciones".
El rabino, que no tiene televisión en su casa por razones religiosas, consideró que “navegar por Internet es una colosal pérdida de tiempo precioso que los jóvenes podría pasar trabajando o estudiando”.
“Un par de veces a la semana, recibo correos electrónicos ingeniosos del Rabino de Jabad Anchelle Perl de Mineola, Long Island”, comentó el rabino, quien aclaró que “el Rebe Schneerson, de santa memoria, enseña claramente desde el principio cómo usarlo de una manera positiva”.
“Todo lo bueno tiene un lado malo. Por lo tanto, debemos supervisar el acceso de nuestros hijos a Internet para que la experiencia sea siempre de santidad. Debemos enseñar a nuestros hijos los peligros del fuego", sostuvo, por su parte, el rabino Perl.
El líder religioso tiene un sitio web y una cuenta de Twitter. En sus correos electrónicos, con ingenio y sabiduría suele mezclar los temas de actualidad como Mark Zuckerberg, vistiendo una sudadera con capucha, el Servicio Secreto y la lactancia materna.
"Yo no uso Facebook porque es demasiado personal", dijo Perl, quien comentó que nació en Londres y vio por primera vez al Rebe Schneerson en vivo desde Brooklyn a través de una emisión de vídeo.
“Sin la tecnología, yo nunca hubiera experimentado eso. Así que estoy de acuerdo con los que estuvieron en el Citi Field de que no podemos ignorar la tecnología como Internet, pero hay que filtrar la información", agregó el religioso.
En tanto, Tannenbaum comentó que en algunas comunidades ortodoxas, las escuelas religiosas no aceptan a los estudiantes con acceso a Internet en sus hogares.
"Las familias deben utilizar cabinas públicas de Internet para estudiar o hacer negocios", dijo Tannenbaum.
Una sugerencia que surgió en el Citi Field proponía que los judíos ortodoxos se abstengan de Internet entre el viernes y el lunes por la mañana.
Perl consideró que tiene que haber un equilibrio. “Internet amplió mi Congregación 1,000 por ciento en lo que se ha convertido en una sinagoga virtual", dijo, por último, el rabino.