Así, la coalición derechista se ha quedado con 59 diputados de los 120 que forma la Kneset. Los miembros que acaban de abandonar el Ejecutivo son Effi Eitam, ministro de la Vivienda, y Yitzhak Levy, viceministro adjunto, ambos del Partido Nacional Religioso (PNR), defensor de los colonos.
Los dos ministros salieron de la coalición en protesta por el plan adoptado el pasado domingo por el Gobierno, que prevé la retirada de las 21 colonias judías de Gaza y unas pocas de las de Cisjordania. Otro ministro del PNR, Zevulon Orlev, de Asuntos Sociales, pese a haber votado contra el plan, decidió permanecer en el Gabinete, arguyendo que hasta la fecha de inicio de la retirada –marzo del 2005– el PNR dispondrá de un tiempo para hacer fracasar el plan de retirada. Otros tres parlamentarios del PNR, de los seis que tiene, son partidarios de permanecer en la coalición.
Sharon cuenta con el apoyo de los 40 diputados de su partido, el Likud; de los 15 del Shinui, partido centrista laico, y de tres del PNR. Para hacer caer el Gobierno, la oposición necesitaría un frente de 61 diputados, algo casi imposible. El Partido Laborista, con 21 diputados, apoya la retirada y está dispuesto a respaldar al Gobierno. La extrema derecha de la Unión Nacional –siete escaños– se opone al plan y las formaciones árabes y de izquierda, pese a defenderlo, no quieren participar en el Ejecutivo. En este marco, Sharon sostiene que ya se puede iniciar el diálogo con los laboristas. El jefe de éstos se declaró favorable a «echar un cable» al Gobierno, cuando el Likud renuncia a su sueño del gran Israel.
L.V.D