La delegación argentina que participa de Marcha por la Vida experimentará el “enorme contraste” entre Iom Hazicarón y Iom Haatzmaut cuando en la noche de hoy, miércoles, regrese a la plaza Rabin, de Tel Aviv, que también fue sede del acto de ayer.
“Tendremos la vivencia de pasar, en 24 horas, de la recordación a la fiesta”, anticipó a la Agencia Judía de Noticias (AJN), desde Israel, el director ejecutivo de la Sociedad Hebraica Argentina, Sergio Kuchevasky, quien destacó “el contacto, como argentinos, con la comunidad israelí” en estas fechas tan especiales.
En Iom Hazicarón “suenan las sirenas -anoche y esta mañana- y se paraliza todo el país, y después enganchamos con darle continuidad a la vida” en Iom Haatzmaut, continuó.
Esta mañana, la delegación argentina participó de un “acto emocionante por Iom Hazicarón en una plaza pública” ubicada en medio de “una zona árida que ahora es un bosque con riego artificial, Iad Kennedy”, en las afueras de Jerusalem, contó el funcionario.
“Leímos la poesía ‘En bandeja de plata’ y después nos fuimos a plantar árboles con nuestras manos al bosque; fue muy fuerte, una vivencia única y fantástica”, describió.
“Fuimos tres grupos: universitarios, de 18 a 25 años; históricos de Bekeff de Hebraica y dirigentes de Marcha por la Vida que arrancamos en Polonia y ahora estamos en Metzadá; casi 90 personas en total”, agregó Kuchevasky.
“Estamos muy agradecidos y comprometidos con el Keren Kayemet, y además buscamos promover que nuestros socios puedan venir y experimentar el plantado de árboles”, puntualizó.
“Cuando terminó el acto y el plantado nos sorprendió la sirena en el camino, a las 11 hs., y se detuvieron todos los autos”, relató el director ejecutivo de Hebraica.
“La gente estuvo súper motivada y agradeció muchísimo la actividad”, que la sorprendió porque “cuando venimos no contamos demasiado, ya que queremos que la vivan”, añadió.
Respecto de Marcha por la Vida, Kuchevasky señaló que es “un viaje fantástico y diferente, repleto de sensaciones y sentimientos encontrados”, que “vale la pena recomendarlo para que la comunidad lo sepa”.
Por ejemplo, “en un restorán de Varsovia hicimos una actividad especial y muy movilizadora con Sara Rus”, la sobreviviente de la Shoá y madre de Plaza de Mayo.
“Tenemos la obligación de contarlo para mantener viva la memoria, lo cual es fundamental” porque “Marcha por la Vida no es un proyecto más, es uno educativo” y “es indispensable que los chicos puedan seguir viniendo y que los colegios y los dirigentes sigan promoviendo el viaje”, alentó el director ejecutivo de Hebraica.
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