Las autoridades de la AMIA analizan nuevas medidas para reforzar la seguridad en el cementerio judío de Liniers tras un nuevo robo a las oficinas administrativas.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), el secretario general de la AMIA, Julio Schlosser, confirmó que un grupo de desconocidos ingresó durante la madrugada de este lunes a las oficinas del cementerio con fines de robo.
El dirigente confirmó que acordaron con la policía “establecer nuevos métodos del control en el cementerio”, que en menos de tres semanas sufrió dos ataques.
Schlosser precisó que durante la mañana recorrió el predio con el comisario Luis Rodolfo Campopiano. “Recorrimos el cementerio y constatamos daños a la secretaria, donde se robaron una impresora, un equipo de audio y el CPU de la computadora, que lo encontramos destruido tirado en uno de los caminos internos del cementerio”, comentó el secretario general de la AMIA.
Según confirmó el dirigente no se encontraron daños a sepulturas o inscripciones que puedan sospechar que se tratase de “un hecho de discriminación o un atentado con motivaciones raciales”.
“Acordamos establecer algunos nuevos métodos de control en el cementerio de Liniers”, subrayó Schlosser.
El dirigente confirmó que se utilizó “la misma metodología” que en el hecho anterior, a principios de abril cuando una fuerte tormenta derribó uno de los paredones del predio y permitió que un grupo de vándalos ingresara a robar placas y otros elementos de valor.
“En esta ocasión se trata de un hecho vandálico pero con fines de robo, sin ninguna motivación racial. Esta vez saltaron los paredones que fueron repuestos después de la tormenta y rompieron las puertas de entradas de la oficina del cementerio”, afirmó, por último, Schlosser.
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