“El niño aprende jugando”, este es uno de los principales enunciados que guía la educación inicial. Por eso las maestras de Yeshurún, cuando planifican sus clases, buscan ofrecer situaciones de juego para darles a los chicos los mejores aprendizajes.
”El juego es la actividad primordial del jardín. A medida que los niños van creciendo, éste se complejiza, enriqueciéndose y adaptándose según las distintas edades”, explicó la Licenciada Claudia Zaid, Coordinadora de las Salas Maternales de la institución.
El equipo profesional del Gan Yeshurun Torá constantemente se está formando, en la continua búsqueda de aggiornarse en las nuevas corrientes de la pedagogía cuyo eje central es y será el juego para los niños del jardín.
”Cada día, las docentes observan al niño en su juego, en interacción con los compañeros de su sala, o de la de al lado y con los mayores. Estará en la mirada de la docente – y de los padres también – poder pesquisar si este niño puede establecer un juego espontáneo con los objetos, con los demás. Si el juego es el acorde para su edad evolutiva, como así también si es capaz de acordar y aceptar lo que el amigo o el docente le marca para comenzar un nuevo juego”, agregó.
”El primer juego que aparece es el sensorio-motor, donde los chicos descubren el placer del movimiento y van explorando los diferentes materiales donde desplegar todas sus posibilidades corporales. Su interés está centrado en lo que su cuerpo puede hacer: caminar, trepar, saltar, correr, girar”, detalló.
”Luego aparecerán los juegos de construcción y destrucción. ¿Qué mejor juego que hacer una torre alta, muy alta de gomaespuma y tirarla sin que nadie me lo prohíba?
A partir del año y medio comienza un juego simbólico donde con total naturalidad puede convertir una sábana en una capa de superhéroe, o un palo de escoba en un hermoso caballo. En este juego se podrán ver las fantasías y los deseos de los niños al mismo tiempo que ayuda a resolver situaciones conflictivas, siempre y cuando este juego nazca desde el niño y no sea impuesto. Se trata de creaciones ficticias generalmente en representación de las acciones del adulto, especialmente de mamá y papá”, añadió Zaid.
Después aparecen ya en un nivel superior, continuó explicando la Licenciada, los juegos con reglas donde nos alejamos un poco de lo emocional y entramos más en el mundo de la ley y el orden.
La profesional citó a un gran pediatra y psicoanalista infantil D.Winnicott que dijo: “Jugar es hacer; el juego compromete al cuerpo, el jugar tiene siempre una implicancia corporal, involucra una acción sobre el mundo externo y modifica a su vez el mundo interno”.
”Los niños juegan por placer, para expresarse, para controlar sus ansiedades, para adquirir experiencias, para comunicarse e interaccionar con los otros, para integrar su personalidad. Es decir, es una de las herramientas más importantes para la construcción de su persona”, explicó.
Para finalizar Zaid remarcó que cuando vemos a los niños jugar en el jardín con sus compañeros, “sabemos que es un signo de salud y felicidad”.
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