Danny Carmon, quien fuera cónsul de Israel en la Argentina al momento del atentado contra la Embajada de Israel, afirmó que la justicia “no hizo bastante” para esclarecer el brutal ataque terrorista ya que la causa aún está pendiente de condenas.
“Hay que esperar que terminen las investigaciones, pero mientras no se sepa quién es el responsable ni quién lo hizo, uno puede decir que no se hizo bastante” para esclarecer el atentado contra la Embajada de Israel, dijo Carmon en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
A poco de partir con destino a Buenos Aires para participar en el acto oficial por el 20º aniversario del atentado a la Embajada de Israel, que se realizará el próximo viernes 16 de marzo, el diplomático consideró que en la causa judicial, a cargo de la Corte Suprema de Justicia, “no se hace nada” para llegar a los culpables.
Asimismo, Carmon, ratificó lo que ya sostuvo hace tiempo cuando apuntó que los ataques contra la Embajada y la sede de la AMIA son en realidad “dos capítulos de un atentado”.
El diplomático apuntó que “siempre se temió de un tercer atentado” y consideró que “no estuvieron lejos” de concretarlo.
En este sentido, Carmon subrayó que “el hecho de no tener una persona (detenida)” por el ataque terrorista a la Embajada de Israel lleva a pensar que “no se terminó” con los atentados.
“El proceso para que termine se debe hacer lo que se debe hacer. Aquí quiero distinguir entre ambos atentados porque los trámites judiciales (en la causa de la Embajada) los debe hacer la Corte Suprema y aquí no se hace nada. En la causa AMIA no conozco los detalles de los últimos años, pero me parece que no se hizo bastante porque no hay resultados”, insistió el embajador.
No obstante, Carmon aseguró que “no hay ninguna duda” de que la responsabilidad ideológica del atentado contra la Embajada de Israel como en el caso de la voladura a la sede de la AMIA “tiene que ver con Irán y Hezbollah”. “Es claro que la Embajada de Irán participó en esto y falta aclarar la ayuda local”, agregó el diplomático.
Al ser consultado sobre cómo enfrenta un funcionario y, al mismo tiempo, familiar de una de las víctimas, la tragedia ocurrida el 17 de marzo de 1992, Carmon confesó que hay “varias facetas” que debe protagonizar. “Una es como diplomático de la embajada que volvió después de un mes de duelo a la embajada para reconstruirla (tras el ataque terrorista). Otra como esposo que sabe que fue querido por una persona y la tercera como diplomático activo”, puntualizó.
En este análisis de los papeles que desempeñó, el diplomático recordó una anécdota trágica durante su gestión como embajador adjunto de Israel en Naciones Unidas. “Hace cinco años estuve en la misma sala con diplomáticos iraníes que trataron de decirle al mundo qué es el terrorismo y cómo se debe confrontar contra el terrorismo. Todo tipo de cosas ridículas tuvimos que escuchar de los iraníes que nos están enseñando que es el terrorismo cuando todos sabemos que están representando a un país que es una amenaza mundial”, afirmó.
Carmon aseveró que Irán es “una mezcla terrible” entre un país que apoya el terrorismo y que desarrolla armas nucleares, pero al mismo tiempo “lleva la inestabilidad al Líbano y mantiene vínculos con Siria”. “Uno se pregunta, ¿por qué el mundo no se da cuenta de esta amenaza tan clara?”, agregó.
En cuanto a la amenaza iraní, el embajador explicó que el ciudadano israelí “sabe exactamente qué quiere decir el régimen iraní hoy y sabe, en el fondo, que es lo que se entiende en el mundo”. “Para los israelíes y otros países en la región, la amenaza (iraní) es concreta, pero es un problema mundial”, aclaró.
Por eso, Carmon consideró que “no solamente Israel tiene que tomar precauciones porque es una amenaza mundial, no es sólo un problema de Israel”.
Respecto de cómo enfrenta un funcionario el reclamo de los familiares de las víctimas del atentado, el diplomático respondió que el primer día que regresó a la Embajada de Israel en Buenos Aires tras el ataque asumió “una misión personal y profesional”.
“No puedo dar una respuesta formal (a los familiares de las víctimas) porque no soy investigador, policía o abogado. Hago todo lo que puedo para ayudar a los familiares cada uno en sus funciones. Una cosa que hicimos en la embajada inmediatamente tenía que ver con cuestiones judiciales, ya que había gente adentro de la embajada y ese es territorio israelí, tuvimos que confrontar con un tema judicial extraterritorial para la Argentina, e Israel dio respuesta inmediatamente”, apuntó.
No obstante, Carmon estimó que hay familiares de las víctimas que “van a pedir ayuda” y admitió que como funcionario tendrá “la misión de ayudar a la gente”. “Voy a ayudar como ayude a mi gobierno y a mi pueblo”, añadió.
En lo personal, el funcionario confesó que el atentado le dejó como lección de vida que lo hace “más fuerte poder reconstruir, recuperar, reparar lo que fue una tragedia material, pero más que todo fue una tragedia contra la humanidad”.
En cuanto a la inserción de Irán en América Latina, el funcionario consideró que “hay muchos países” de la región que “no necesitan ser alertados porque miran lo que pasa como una amenaza que puede ser lejana geográficamente”. “La reacción mundial sí necesita una alerta”, consideró.
Para Carmon, “los países de latinoamericanos que abrieron sus puertas a los iraníes ignorando la amenaza iraní tienen que ser alertados porque después puede ser tarde”.
El recuerdo de Eliora
En 1992, Danny Carmon era cónsul de Israel en Buenos Aires y su mujer, Eliora, madre de sus cinco hijos, era empleada administrativa de la embajada; murió a causa del atentado.
Carmon, quien actualmente se desempeña como vicedirector general de la Cancillería israelí y titular de Mashav, la agencia de Desarrollo y de Cooperación Internacional de Israel, resultó herido en el ataque.
A 20 años de la tragedia, el diplomático viajará a Buenos Aires con los cinco hijos que tuvo con Eliora, su actual esposa y su hija más pequeña para participar en el acto oficial que se realizará el próximo viernes en la esquina de Suipacha y Arroyo, donde funcionó la sede diplomática hasta el día del ataque.
“Eliora fue una amiga del alma, una madre de perfección, una señora que en una conversación de 20 segundo contaba siempre que tenía cinco hijos, fue una persona especial, una judía orgullosa, una israelí de primer grado, una persona gentil y la extrañamos muchísimo”, describió Carmon sin tomarse respiro.
“Ver a los chicos crecer de la forma que ellos lo hicieron es el mejor legado que Eliora dejó con nosotros”, agregó.
A casi 20 años de la tragedia, Carmon destacó que “tiene una gran familia”. “Ahora tengo una esposa y una chiquita hermosa de 8 años que va con sus hermanos a la Argentina. Tengo seis hijos y vamos a ir todos a la Argentina muy emocionados para reencontrarnos con Buenos Aires, que amamos tanto”.