(EFE y E.Press).- Las tropas israelíes levantaron hoy, lunes, el asedio al barrio de refugiados de Tel a-Sultán, al oeste de la ciudad de Rafah, tras seis días de cerco, aunque continúan las operaciones en las barriadas de refugiados adyacentes a la frontera con Egipto, con un saldo provisional de 42 palestinos muertos.
Fuentes militares israelíes informaron de que el Ejército se retiró del barrio de Tel a-Sultán, donde han causado graves daños a las viviendas e infraestructuras, mientras permanece en las barriadas de refugiados adyacentes a la frontera con Egipto, en particular en la zona conocida como «Brasil».
Con esto la población de Tel a-Sultán podrá aprovisionarse de agua y comida, y enterrar a los 16 muertos que hasta ahora no han podido ser inhumados.
Además, aquellos que se han refugiado fuera del barrio, donde viven unas 17.000 personas, podrán regresar a sus hogares.
El barrio de Tel a-Sultán ha sufrido graves daños a sus infraestructuras, en particular el suministro de agua, la red eléctrica y telefónica, y la carreteras.
Asimismo, en el Bloque «Q», en una zona conocida como «el campo de refugiados oeste» y adyacente al barrio de Tel a-Sultán, la mezquita de Bilal sufre graves daños tras ser alcanzada por las esquirlas de siete misiles que fueron lanzados contra esa zona y que acabaron con la vida de nueve personas, informaron las fuentes.
Además, fuentes locales informaron de que más de una veintena de coches, entre ellos taxis, han sido aplastados por los vehículos blindados israelíes en Tel a-Sultán.
Sin embargo, los mayores destrozos se han registrado en los barrios de refugiados de Brasil y Salam, a lo largo de la frontera con Egipto y donde hasta el momento el Ejército ha derribado unas sesenta viviendas, informaron fuentes locales.
Las tropas israelíes se encuentran actualmente a unos 250 metros de la frontera en el interior del barrio de refugiados de Brasil, al tiempo que ocupa parte de Salam.
Entretanto, la carretera que une Rafah con la ciudad de Jan Yunis y el resto de la franja de Gaza se encuentra abierta desde esta mañana.
Según declaraciones del ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, la operación en la franja de Gaza, que hasta el momento ha tenido como resultado el hallazgo de un túnel de contrabando de armas, concluirá en cuestión de días y no semanas.
El Ejército israelí comenzó el pasado martes la denominada operación «arco iris», la incursión más profunda y sangrienta en la localidad de Rafah desde el comienzo de la «intifada», en la que han muerto al menos 42 palestinos entre civiles y miembros de la resistencia, y la última víctima fue una niña de 3 años.
Desde el pasado 13 de mayo, cuando el Ejército comenzó a concentrar sus agresiones contra esa localidad tras la muerte de siete soldados israelíes en sendos ataques, 59 palestinos han muerto, más de cien ha sido heridos y más de 150 viviendas han sido derribadas en Rafah.
Según el Ejército israelí, la operación en Rafah está destinada a acabar con la «infraestructura del terrorismo» y, en particular, con los túneles que utilizan los palestinos para introducir armas en la franja de Gaza desde Egipto.
La ciudad de Rafah, en el extremo sur de la franja de Gaza y con unos 150.000 habitantes, ha sido la más castigada desde el comienzo de la «intifada», a pesar de la incapacidad de los miembros de la resistencia en esa localidad de lanzar ataques contra Israel.