El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (foto), instó a sus compañeros de la bancada parlamentaria de Likud a concentrar los esfuerzos en poblar y defender los bloques de asentamientos y no los puestos de avanzada.
“La semana pasada ordené la aceleración de la construcción en (los barrios judíos del este de) Jerusalem, Maaleh Adumim y otros lugares en Judea y Samaria; estamos hablando de 2.000 unidades” de vivienda, precisó.
Para el jefe de gobierno, “ésta es la mejor manera de fortalecer los asentamientos que sin duda permanecerán bajo soberanía israelí en cualquier acuerdo futuro” con los palestinos.
“Hay suficientes lugares donde podemos construir (sin) entrar en conflicto con la ley y muchos menos entre nosotros”, agregó.
De este modo Netanyahu respondió a las presiones de políticos de su partido, Shas y Habait Haiehudí para detener la demolición de asentamientos no autorizados ya que se trata de tierras privadas palestinas y revisar tal calificación, a fin de reevaluar si podrían ser entendidas como terrenos fiscales, de modo que la edificación sea legal.
La cuestión es particularmente pertinente debido a que en los próximos meses la Justicia podría ordenar la demolición de varios de esos puestos de avanzada, como Migrón, Givat Assaf y Amona.
Los aludidos dirigentes argumentan que el clima diplomático no es el propicio, dada la enemistad que existe actualmente entre Israel y los palestinos.
Sin embargo, Netanyahu insistió con que “es posible ser fieles por igual a la ley, la Tierra de Israel y los asentamientos”.
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