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Homenaje a Itzjak Rabin z’l

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En el salón de actos de la escuela ORT Nº 1 se efectuó el acto de homenaje a la memoria del primer ministro israelí Itzjak Rabin z’l, asesinado el 5 de noviembre de 1995 en la ciudad de Tel Aviv, al concluir un acto en el que defendió el proceso de paz que se inició con los Acuerdos de Oslo, rubricados dos años antes.
Este acto, como ya es tradicional, fue organizado y llevado a cabo por la juventud judía organizada y consistió en la proyección de videos relacionados con los momentos más relevantes de la vida de Itzjak Rabín, entre los que se mostraron manifestaciones palestinas, el resultado de distintos atentados y las demostraciones en los que se tildaba a Rabin de traidor; los mensajes del consejero cultural de la Embajada de Israel, Yoab Adler; del presidente de la Organización Sionista Argentina, Manuel Junowicz; y de un representante juvenil, Agustín Ulanovsky, mazkir (secretario) del Noam; un cuadro teatral alusivo y canciones entonadas por Daniela Rapp; concluyendo con el Hatikva.
“Recordamos hoy el asesinato del primer ministro de Israel Itzjak Rabín z’l ocurrido hace 16 años. Este día y este acto no tiene como objetivo la recordación de un gran hombre y de un líder valiente de la historia del pueblo de Israel. El propósito de este día es recordar lo que puede ocurrir cuando permitimos que las diferencias de opiniones fracturen a nuestro pueblo y destruyan los valores judíos y la democracia sobre la cual se sustenta el Estado de Israel”, expresó Yoab Adler.
Asimismo agregó que “no hay israelí ni judío que no recuerde el anuncio del asesinato del primer ministro de Israel, no sólo por la terrible idea del arrebato de la vida, sino porque uno de los nuestros haya podido dividir y desprestigiar a una nación por un asunto ideológico”.
“Parte de la legitimidad nuestra como pueblo y Estado democrático es poder formular las preguntas y permitirse dudar, y en el marco de mi tarea –aquí en Argentina– me enorgullezco de poder enfrentarme a estos desafíos y brindar a las preguntas en nombre del Estado al que represento (…) Cuando atacan a Israel en la prensa, en el ámbito académico y nosotros presenciamos la campaña mundial de deslegitimación del Estado de Israel y la necesidad de un Estado Judío, estas cosas impactan en la comunidad”, dijo.
Adler reconoció que “no es siempre fácil defender a Israel, incluso frente a nuestros jóvenes”. “Pero nosotros tenemos que recordar y admitir el límite entre la crítica legitima y la deslegitimación y el odio (…) El asesinato de Rabín tiene que recordarnos que debemos cuidarnos de no cruzar el límite entre el debate democrático y sano, y la línea de odio dentro de nuestro pueblo. No importa nuestra posición personal y política, nuestra afinidad a tal o cual líder, siempre debemos recordar que el Estado de Israel es el estado de todos nosotros, el estado del pueblo judío de todos los rincones del planeta después de miles de años de exilio”, añadió.
El funcionario comentó: “Es nuestra obligación cuidarlo y preservarlo como pueblo, respetarnos unos a otros, el cuidado del sistema democrático, la fe y la necesidad de la importancia de proteger al Estado de Israel como Hogar Nacional del pueblo judío, y sobre todo recordar que izquierda o derecha, religioso o secular, todos somos hermanos y tenemos un destino común. Rabín nos dejó como legado el camino de la paz. El anhelo de la paz es un deseo de todos los gobiernos de Israel, de izquierda y de derecha, y de todo el pueblo de Israel a lo largo de la historia. Paz dentro de nuestro pueblo y paz con los otros estados”.
Por su parte, Manuel Junowicz destacó que la comunidad judía fue convocada “nuevamente para recordar a una de las grandes personalidades de nuestra historia contemporánea”.
“Lo seguimos recordando como si fuese ahora aquel momento, cuando nos enteramos del atentado. Había fallecido, había sido asesinado el que dedicó toda su vida a nuestro pueblo. El que lo defendió como soldado, el que lo gobernó y el que lo guió por los difíciles senderos de la paz. Es sumamente importante el ejercicio de la memoria sobre la persona, pero también sobre los hechos. La crispación, la incitación a la violencia derivaron en el fratricidio. Debemos pensar y manifestarnos una y otra vez sobre cuáles son los límites razonables para el disenso”, sostuvo.
El titular de la OSA recordó que “en el año 2004, el primer ministro Ariel Sharon le pidió disculpas a Rabin ante su tumba por no haber hecho lo suficiente como para protegerlo, y en ese mismo momento la hija de Rabin expresó su apoyo a Sharon cuando se escuchaban amenazas al primer ministro”.
“Israel había aprendido de aquel trágico hecho. Nuestro pueblo aprende de sus errores. Cuando surgen marginales instigando a la violencia la dirigencia unida se les opone. Tengo, y debemos tener todos, una enorme fe en el futuro de nuestro pueblo. Sigamos recordando hoy y siempre los hechos, y con amor y reconocimiento a nuestro querido Itzjak: al que firmó la paz con Jordania, al que inició las conversaciones de paz con los palestinos, al que recibió el Premio Nobel, al que gobernó Israel logrando un gran desarrollo en la educación, infraestructura y la alta tecnología. No olvidaremos nunca el legado del Ramat Kal (comandante en jefe del ejército israelí) y primer ministro que entrego su vida por la paz y la unidad de los pueblos. Que su recuerdo sea bendecido. Lie sijro baruj”, concluyó.
En tanto, Agustín Ulanovsky expresó “la vida de Rabin fue muy amplia, y en cierto sentido se puede decir que es un fiel reflejo de la historia moderna de Israel”.
“Muchas veces podemos ver en la propia historia de Rabin muchos caminos de idas y vueltas; podemos ver que fue uno de los que lideró la campaña contra el barco Altalena, fue un primer ministro que tuvo una gestión que fue bastante criticada, al punto que después de 29 años el Likud logró acceder al poder. Es un personaje muy rico y cuando uno investiga en la vida de Rabin puede advertir que entiende mucho del complejo conflicto en Medio Oriente y de la propia realidad de Israel”, indicó.
Ulanovsky agregó: “A mí lo que más me gusta de Rabin es que fue, desde mi óptica, el primero que advirtió algo. Había terminado la Guerra Fría, el mundo ya era otro y él fue el primero en advertir que la defensa y que la legitimidad de Israel ya no pasaba tanto por el plano militar, sino que pasaba por el plano de la opinión pública”.
“En ese sentido es importante que él hizo concesiones, y el mismo decía ‘a mí me gustaría hacer tratados de paz con el príncipe de Holanda, pero bueno Arafat es mi enemigo y yo tengo que negociar con mi enemigo’. Es decir la paz se hace con aquel que es enemigo y Rabin firmó la paz, o empezó ese proceso aún sabiendo y aún considerando que Arafat era un jefe de una banda terrorista”, agregó.
El dirigente destacó que Rabin tuvo valentía, tuvo coraje” y consideró que “muchas veces hay que aprender con respecto a la imagen de Rabin que son dilemas, que son preguntas”. “Estos personajes no nos dan a nosotros una cosa concreta sino que nos abren complejidades. Las personas en sí somos complejas y tenemos que advertir que son caminos de idas y vueltas, y muchas veces tratar de sacar resúmenes. La vida no es blanco negro, hay muchos grises y es ahí donde tenemos que ir. Paralelamente, más allá de la vida de Rabin su asesinato nos enseña algo importante. Su asesinato fue producto de la falta de diálogo, fue producto del extremismo, fue producto del fanatismo”, afirmó.
“Creemos que no hay fanatismo dentro de nosotros, creemos que no hay extremismos, creemos que somos diferentes y el 5 de noviembre de 1995 aprendimos algo importante: somos como grupo social un pueblo más. Un pueblo más con sus virtudes y sus defectos, y tenemos que aprender eso”, resaltó.
“Así que básicamente creo que este 5 de noviembre nos enseña dos cosas como comunidad. Primero, bueno, saber que la vida no es blanco negro, saber que si queremos defender a Israel, si queremos pelear por nuestro Estado, si queremos madurar y apoyarlo porque consideramos que es nuestro Estado, también tenemos que hacer un apoyo crítico. No creo que sea un cheque en blanco sino que tenemos que aprender a diferenciar y ver los grises, y como comunidad también tenemos que abrirnos”, subrayó Ulanovsky.
El dirigente citó a Rabin cuando dijo que “existe apenas una manera radical de preservar el ser humano, no es con armaduras, no es con tanques, no es con aviones y tampoco es con fortificaciones de concreto, la solución pasa por la paz”.
Estuvieron presentes en el acto, además de varios centenares de jóvenes, el embajador israelí Dany Biran, a cargo de la dirección de Relaciones Humanas y Asuntos Administrativos de las embajadas y consulados israelíes en el continente; Guira Loterstein, cónsul del Estado de Israel en Argentina; Rafael Kurzrok, en representación de la DAIA, Guillermo Borger, presidente de la AMIA, y Claudio Manaker, representante de la Agencia Judía para Israel en América Latina.
EACH

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