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El vocero del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dijo que los ataques desde el comienzo de septiembre muestran un aumento de violencia en Cisjordania.
La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas le pidió hoy a Israel que pare a los israelíes extremistas que atacan a civiles palestinos en Cisjordania.
Rupert Colville, vocero del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, le dijo a los periodistas en Genova que Israel tiene una obligación legal de “proteger a los civiles y propiedades palestinas en los territorios ocupados palestinos”.
Colville expresó que la ola de ataques que ocurre desde septiembre debe ser investigada adecuadamente y las víctimas compensadas. Además agregó que fueron “un emblema del fenómeno de violencia de los colonos en todo Cisjordania”.
Colville citó específicamente el desarraigo de 200 árboles de oliva en Qusra, Cisjordania, el 6 de octubre, y el asesinato de un civil palestino en manos de un soldado de la Fuerza de Defensa de Israel dos semanas antes, como ejemplos de incidentes que deberían ser investigados.
La Policía de Israelí sospecha que extremistas judíos están detrás de una serie de ataques contra árabes en Israel que ocurrieron en las últimas semanas, incluyendo el incendio de una mezquita al norte y la profanación de tumbas musulmanas y cristinas en el cementerio de Jaffa.
Los ataques fueron supuestamente llevados a cabo como la operación “reprimenda”, una política hincada por extremistas israelíes con intenciones de ser ataques de venganza por cualquier congelamiento o demolición de puestos de Cisjordania.