Seis décadas después de que los nazis asesinaron a 6 millones de judíos, el monumento nacional del Holocausto de Israel, Yad Vashem, puso en marcha un nuevo proyecto para educar a la minoría árabe del país, ya que muchos niegan el horror.
Al igual que los palestinos en la Ribera Occidental y Gaza, muchos de los 1,2 millones de árabes de Israel sienten resentimiento de ver al Holocausto como el catalizador de su propio sufrimiento. A pesar de que estudiar el genocidio nazi es obligatorio en las escuelas israelíes, hay poca empatía entre los árabes por las víctimas judías.
Para revertir esa situación, el memorial del Holocausto Yad Vashem generó un nuevo proyecto que ofrece seminarios a los maestros árabes, con la esperanza de arrebatar la política contemporánea del Medio Oriente de los hechos históricos del Holocausto.
Los organizadores reconocen que es un reto difícil."Hemos logrado abrir una ventana, pero no una puerta", dijo Dorit Novak, jefe del área educación de Yad Vashem.
Muchos sobrevivientes se convirtieron en refugiados y encontraron una casa en el pre-estado de Israel. Paralelamente, la comunidad internacional estableció las bases de un estado judío en una votación de 1947 de las Naciones Unidas.
Al año siguiente, en una guerra que siguió a la declaración de independencia de Israel, más de 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares en los eventos que ellos llaman la "Nakba", o catástrofe.
Para muchos palestinos y árabes israelíes, los dos eventos están íntimamente vinculados.
Educadores árabes dijeron que el nuevo proyecto de Yad Vashem es un intento de ampliar las relaciones y mejorar las tensiones entre los judíos de Israel y los árabes.
Yad Vashem empezó con el proyecto hace tres años con una versión en árabe de su sitio web. Pero el interés en el Holocausto seguía siendo bajo y los grupos árabes no visitaban el memorial.
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