Mohamed VI y el jefe de la diplomacia de Israel «examinaron los diferentes capítulos del proceso de paz y los medios para relanzar las negociaciones entre palestinos e israelíes sobre la base de la ‘hoja de ruta'», informó el ministerio marroquí de Exteriores.
El monarca «reafirmó» el «apego» de Marruecos a una paz «justa, global y duradera» y su disposición a «proseguir las discusiones con israelíes y palestinos» hasta «la instauración de la paz deseada».
El rey de Marruecos, que preside el Comité Al Qods (nombre árabe de Jerusalén), creado por los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) para defender el carácter musulmán de Jerusalén Este, expresó su preocupación especial por la situación de esta ciudad, considerada como el tercer lugar santo del Islam después de La Meca y Medina (Arabia Saudí).
El monarca alauí deploró los ataques contra lugares santos del Islam como la mezquita Al Aqsa de Jerusalén y pidió al ministro israelí que su gobierno tuviera muy en cuenta este problema.
El ministerio marroquí de Exteriores anunció que Marruecos está examinando «los medios para desarrollar las relaciones con Israel de manera que faciliten la misión de Marruecos de desempeñar plenamente su papel, encaminado a reducir el distanciamiento entre las partes palestina e israelí».
Sylvan Shalon llegó ayer, lunes, a Marruecos en una visita oficial de dos días, la primera que realiza un miembro del gobierno de Tel Aviv al reino alauí desde hace casi tres años, a raíz del comienzo de la segunda Intifada en Palestina.
El ministro israelí de Exteriores ha buscado con esta visita una normalización de las relaciones con Marruecos, que se interrumpieron tras el cierre de las oficinas de intereses de los dos países en las respectivas capitales, el 23 de octubre de 2000.
Durante su estancia en Marruecos, Sylvan Shalom se ha entrevistado también con el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa.
Benaissa no quiso pronunciarse sobre la eventualidad de una próxima reapertura de las oficinas de enlace entre ambos países en Rabat y Tel Aviv, que se crearon en 1994, aunque precisó que la visita de Shalom será importante para poder vislumbrar una normalización de las relaciones.
El jefe de la diplomacia israelí declaró a la radio pública de su país antes de iniciar este viaje que Marruecos había adoptado la «decisión estratégica» de «calentar» sus relaciones con Israel.
Ya en Marruecos, Shalom afirmó que el reino alauí puede servir de «puente» entre israelíes y palestinos de cara a poder aprovechar la «nueva oportunidad que se presenta actualmente para avanzar en el proceso de paz» en Oriente Medio.
Recordó que Israel acoge una importante comunidad de judíos procedentes de Marruecos y afirmó que ésta «es la única que permanece estrechamente ligada a su país de origen».
La comunidad judía de Marruecos, que contaba con unos 250.000 miembros antes de la guerra árabe-israelí de 1967, se reduce hoy en día a menos de 4.000 personas.
Dos de los objetivos de los cinco atentados suicidas perpetrados el pasado 16 de mayo en Casablanca, en los que murieron 45 personas, fueron un centro israelí y un antiguo cementerio judío.
Sin embargo, ningún miembro de la comunidad judía de la capital económica de Marruecos resultó muerto en aquellos atentados, perpetrados por terroristas suicidas pertenecientes a grupos integristas marroquíes. EFE
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