La amenazas de nuevos atentados por parte de las milicias palestinas -en respuesta a la muerte el jueves de un dirigente islámico de Hebrón por fuerzas israelíes- y las continuas redadas israelíes llevaron a los dos ministros a una reunión de urgencia para tratar de frenar el repunte de la violencia esta última semana.
Mofaz y Dahlán se reunieron en la noche del jueves en la localidad de Nevé Ilán, a unos 15 kilómetros de Jerusalén, aunque los resultados fueron más que limitados, por no decir inexistentes.
En lo que fue un diálogo de sordos durante cerca de cuatro horas, Mofaz exigió a la ANP que desmantele las milicias palestinas, porque de otra forma Israel no seguirá adelante con la «Hoja de Ruta» y se corre el riesgo de que, de sucumbir el alto el fuego del 29 de junio, el próximo ciclo de violencia sea mucho peor.
Los organismos israelíes de seguridad recordaban hoy que tienen en su poder unas 25 alertas específicas de atentado, y que tanto el Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) como la Yihad aprovechaban la tregua para rearmarse y planificar atentados futuros.
El diálogo de sordos continuó cuando Dahlán recriminó a Israel por insistir a diario en unas redadas que acaban a menudo en la muerte del o los activistas buscados, cosa que torpedea aún más la voluntad de las milicias de permanecer dentro de la tregua.
Fuerzas israelíes mataron ayer en Hebrón a un dirigente de la Yihad Islámica, Mohamed Sider, de 25 años, lo que ha generado un aluvión de amenazas de venganza por parte de todos los grupos armados.
Esta última madrugada, Israel arrestó a cerca de una decena de palestinos en Cisjordania, y demolió la vivienda de un activista que había participado en un ataque contra un asentamiento hace ya tres meses.
Mofaz alegó que «Israel hace el trabajo que no hace la ANP», aunque el ministro palestino le respondió que sus fuerzas sí están recolectando armas ilegales, si bien lejos de los ojos de la prensa.
«Hemos incautado armas automáticas y cohetes en Gaza, dos chalecos-bomba en Belén, y estamos recolectando todas las armas ilegales, es decir aquellas que no pertenecen a la ANP o a sus organismos de seguridad», aseguró hoy Elías Zananiri, portavoz de Dahlán.
«Sin embargo y aunque parezca que actuamos de forma lenta, estamos haciendo los que tenemos que hacer y sin darlo a conocer a la prensa», explicó.
En la reunión de anoche la partes también estudiaron la posibilidad de que Israel se retire de Ramala, aunque Israel sólo ofreció Jericó y Kalkilia, mucho más pequeñas y de menor importancia.
Ramala es la capital administrativa de Cisjordania y donde desde hace año y medio Israel tiene confinado al presidente de la ANP, Yaser Arafat, tercer asunto de la reunión de ayer.
Dahlán pidió a Israel que autorice a Arafat un breve desplazamiento a Gaza para visitar la «cabaña de duelo» por su hermana Yusra Abed-el Rauf al Kidua, enterrada ayer en el cementerio de Shej Raduán, en Gaza.
Conocida popularmente como «Um Naser», la hermana falleció a los 77 años a causa de un cáncer en una hospital egipcio de El Cairo, desde donde fue trasladado su cadáver hasta Gaza.
Arafat no pudo asistir al sepelio por el bloqueo israelí a Ramala, y porque de salir de la «Mukata» el Ejército entraría a capturar a una veintena de palestinos que sus servicios de seguridad buscan desde hace un año.
El diario Yediot Aharonot informa de que Mofaz estudiará el asunto con el primer ministro israelí, Ariel Sharón, y dará una respuesta a su colega palestino en una segunda entrevista que tienen previsto para hoy viernes o para el domingo.
De aceptar la petición palestina, Israel se comprometerá a no entrar en la «Mukata» durante la ausencia del líder palestino.
Y mientras tanto, Israel liberó hoy a un grupo de 73 presos palestinos de sus cárceles, dentro del conjunto de medidas para apoyar el proceso de pacificación iniciado en la Cumbre de Aqaba del 4 de junio.
No obstante, la ANP no ha dado ninguna importancia a la liberación de estos presos porque no se trata de activistas políticos sino de delincuentes comunes y de trabajadores arrestados mientras se hallaban en el territorio israelí sin la autorización necesaria. EFE el/alf
266