El fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación del atentado a la AMIA, anticipó que la causa por las irregularidades cometidas en la instrucción del sumario irá a juicio oral aproximadamente en un mes, en el marco del ciclo de conferencias coorganizado por la Sociedad Hebraica Argentina y la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“La Cámara (Federal de Apelaciones) acaba de rechazar el último recurso de las defensas, y en 20 días, un mes o un mes y 10 días esta causa llegará a juicio oral por varios delitos, como privación de la libertad y peculado (el pago a Telleldín); están procesados (el ex juez Juan José) Galeano, (el ex presidente de la DAIA Rubén) Beraja, los ex fiscales (Eamon Mullen y José Barbaccia), (el ex secretario de Inteligencia, Hugo) Anzorreguy, etc.”, informó el funcionario acerca del expediente que tramita el juez Ariel Lijo.
En lo que denominó “un pantallazo general de la causa”, Nisman explicó su accionar en los últimos cinco años, cuando fue designado al frente de la fiscalía especial que investiga el atentado que destruyó el edificio de la mutual judía el 18 de julio de 1994, causando 85 víctimas fatales, más de 200 heridos e invalorables daños materiales.
Entre los datos aportados por el fiscal que sorprendieron a los asistentes puede mencionarse que la dependencia a su cargo debió ordenar, leer, analizar y correlacionar de modo de convertir en pruebas la información surgida de las 400.000 fojas que remitiera la Secretaría de Inteligencia después que el entonces Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, levantara el secreto de las mismas,
Nisman también explicó cómo llegó a la identificación del conductor del coche-bomba, Ibrahim Hussein Berro, a partir de un informe de inteligencia que fue confrontado con hechos ocurridos en El Líbano, el interrogatorio que realizó en Detroit (Estados Unidos) a dos de sus hermanos, cruces de llamadas telefónicas y la comparación de una fotografía de Berro con el identikit efectuado, horas después del atentado, en base a la declaración de la testigo Nicolasa Romero.
Respecto a Mohsen Rabbani, el funcionario judicial recordó que si bien llegó a la Argentina en 1983, Irán le otorgó la cobertura de un cargo diplomático recién tres o cuatro meses antes del atentado a la AMIA y que ello se debió a lo ocurrido en Alemania donde uno de los planificadores del atentado contra disidentes iraníes en el bar “Mykonos” fue detenido, juzgado y condenado por no tener inmunidad.
Rabbani participó de la reunión en Mashad (Irán), en la cual se planificó el atentado a la AMIA, casi dos años antes de su concreción, y fue el encargado de elegir tres posibles blancos. Como la mutual judía fue la primera que se discutió, se desconoce cuáles eran los otros.
Nisman sostuvo que Irán instaló un número apreciable de agentes para realizar tareas de inteligencia en la Argentina, que ocultaban su misión “como alumnos universitarios -en especial, en la carrera de Medicina-, taxistas o empleados de empresas iraníes de cobertura”.
“En esa época, la comunidad islámica shiíta era pacífica y se reunía en la mezquita de la calle San Nicolás, pero a partir de la llegada de Rabbani se fue convirtiendo en favorable a la revolución islámica iraní”, agregó el funcionario.
Según el fiscal, el atentado fue dirigido contra el gobierno de Carlos Menem porque éste había suspendido acuerdos nucleares con Irán, y si bien el ex Presidente había señalado a este país como el responsable en un primer momento, luego la presión decreció mientras aumentaban las compras iraníes a la Argentina.
Nisman puntualizó que Menem está procesado por haber ordenado que se dejase de investigar al sospechoso Alberto Jacinto Kanoore Edul, hijo de un amigo personal, y a Beraja se lo acusa de estar al tanto de que el pago a Telleldín tenía como objeto el imputar falsamente a policías bonaerenses.
En cambio, las pruebas existentes no alcanzan para involucrar a Carlos Corach en esa maniobra, ni en el encubrimiento de Kanoore Edul.
Finalizada la exposición y la respuesta a las preguntas del público, el vicepresidente 1º de Hebraica, Marcos Barnatan, le entregó un presente a Nisman en recuerdo de su participación en la actividad, que se efectuó en el Salón Dorado de la sede Pilar, con una asistencia que superó las expectativas previas, y estuvo coordinada por Daniel Berliner, el director de AJN.
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