La policía mantenía un amplio despliegue en el este de Jerusalem, antes de que lleguen los musulmanes al Monte del Templo para iniciar las oraciones del viernes.
Durante las últimas horas, decenas de palestinos quemaron neumáticos y lanzaron piedras a los hogares judíos en el barrio y también contra las Fuerzas de la Guardia de fronteras desplegados cerca de la Puerta de Dung en Ciudad Vieja de Jerusalem.
Las fuerzas de seguridad trataron de dispersar a las multitudes, y hasta el momento no se denunciaron heridos ni daños de importancia.
Sin embargo, los residentes de Silwan se quejaron de que los gases lacrimógenos utilizados por las tropas entraron en sus casas.
Fuentes consultadas por Ynet revelaron que en las autoridades existe el temor de que los desmanes se intensifiquen durante las oraciones del viernes en el Monte del Templo.
"Tenemos la intención de seguir demostrando que el asesinato de nuestros hijos no serán ignorados", advirtió un líder palestino.
Los jefes de la policía de Jerusalem se reunieron para evaluar la situación y se decidió reforzar la seguridad, en un esfuerzo por mantener la ley y el orden. Sin embargo, los funcionarios decidieron no limitar la edad de los fieles que entraran en el complejo del Monte del Templo.
GB
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