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Irán dijo ayer que el vigilante nuclear de
Ali Akbar Salehi, jefe de
El informe mostró que Irán está presionando su trabajo atómico, que Occidente sospecha que está apuntado al desarrollo de armas nucleares, desafiando las fuertes sanciones internacionales introducidas desde junio. Irán dice que su trabajo tiene sólo propósitos pacíficos.
“Parece que la agencia está sufriendo de una crisis de autoridad moral y credibilidad”, expresó Salehi en la asamblea general de
“La noción de interferencia política e influencia dejó lamentablemente sus huellas incluso en el campo de cooperación técnica”, dijo.
Las relaciones entre Irán y
Él tomó un acercamiento más brusco a Irán que su predecesor Mohamed El Baradei, y dijo en sus reportes a los gobernantes de
Irán dijo en junio que había expulsado a dos inspectores de la agencia, y los acusó de entregar información “engañosa” sobre su trabajo atómico.
Amano dijo que las repetidas expulsiones de su personal afectaban el trabajo de la agencia y que los poderes Occidentales habían acusado a Teherán de intimidar a la organización.
Salehi expresó en su discurso: “Las recientes inexcusables restricciones impuestas por la agencia a mi país son ciertamente contraproducentes a su pedido de mantener estándares globales nucleares de seguridad”.
También denunció a las sanciones de
Salehi también llamó a los mayores poderes a reiniciar el diálogo “sin demoras” en un plan para proveer combustible nuclear al reactor de Teherán. Las charlas se estancaron el año pasado luego de que amos lados no llegaran a los términos del intercambio de combustible.
Irán dijo ayer que el vigilante nuclear de la ONU estaba sufriendo una crisis de “autoridad moral y credibilidad”, también subrayó la creciente tensión entre Teherán y la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Ali Akbar Salehi, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, criticó el último reporte de la AIEA sobre el disputado programa nuclear de Irán como injusto, y sugirió que los poderes Occidentales habían influenciado sobre él.
El informe mostró que Irán está presionando su trabajo atómico, que Occidente sospecha que está apuntado al desarrollo de armas nucleares, desafiando las fuertes sanciones internacionales introducidas desde junio. Irán dice que su trabajo tiene sólo propósitos pacíficos.
“Parece que la agencia está sufriendo de una crisis de autoridad moral y credibilidad”, expresó Salehi en la asamblea general de la AIEA en Viena.
“La noción de interferencia política e influencia dejó lamentablemente sus huellas incluso en el campo de cooperación técnica”, dijo.
Las relaciones entre Irán y la AIEA se deterioraron desde que Yukiya Amano tomó control de la agencia en diciembre.
Él tomó un acercamiento más brusco a Irán que su predecesor Mohamed El Baradei, y dijo en sus reportes a los gobernantes de la AIEA que Teherán podría estar intentando desarrollar misiles nucleares ahora.
Irán dijo en junio que había expulsado a dos inspectores de la agencia, y los acusó de entregar información “engañosa” sobre su trabajo atómico.
Amano dijo que las repetidas expulsiones de su personal afectaban el trabajo de la agencia y que los poderes Occidentales habían acusado a Teherán de intimidar a la organización.
Salehi expresó en su discurso: “Las recientes inexcusables restricciones impuestas por la agencia a mi país son ciertamente contraproducentes a su pedido de mantener estándares globales nucleares de seguridad”.
También denunció a las sanciones de la ONU como “injustificadas e ilegales”.
Salehi también llamó a los mayores poderes a reiniciar el diálogo “sin demoras” en un plan para proveer combustible nuclear al reactor de Teherán. Las charlas se estancaron el año pasado luego de que amos lados no llegaran a los términos del intercambio de combustible.